Hasta hace poco tiempo era inusual pensar en el golf como un deporte de jóvenes. Pero en el golf profesional de élite así es. El golf ha pasado a ser dominio de hombres y mujeres jovenes.
La victoria de Viktor Hovland en Dubái es un buen ejemplo. En estos momentos tenemos entre los tres mejores jugadores del Ranking Mundial a: un fogoso español de 27 años; un estadounidense precoz de 24 años; y un sonriente noruego de 24 años.
Si hacemos números, la realidad de que cada vez los profesionales del golf son más bisoños toma cuerpo. La edad promedio de los 16 mejores jugadores en el ranking mundial es de 28,69 años. Y 13 de esos 16 están en sus 20 años. Solamente Dustin Johnson, McIlroy y Oosthuizen son los únicos treintañeros del grupo.
Hace diez años, la edad promedio de los 16 primeros era de 31,75 años. Eso incluía a siete hombres mayores de 30 años y tres mayores de 40. Hace veinte años era 32,87, y todos menos tres ya habían cumplido 30.
Para hacernos una mejor idea la edad promedio de los 10 hombres que comienzan el juego All-Star de la NBA es de 28,6 años. Esto significa que los mejores golfistas del mundo en este momento tienen esencialmente la misma edad que los mejores jugadores de baloncesto del mundo.
Entonces, ¿porqué cada vez son más jovenes los golfistas profesionales? La respuesta no es sencilla y en nuestra perspectiva es multifactorial.
Por un lado el efecto Tiger Woods a fines de la década de 1990 coincidió con un aumento significativo en la participación. Esto conllevó a que un grupo más grande de mejores atletas eligieran el golf como su deporte favorito.
Pero esto sólo son los cimientos, después hay otros factores que potencian esta tendencia.
El golf universitario está siendo un excelente semillero
Una de las principales razones del éxito de estos chavales es el golf universitario. Tanto Jon Rahm (No. 1) como Collin Morikawa (No. 2) estudiaron en la universidad durante los cuatro años completos. Es decir jugaron y finalizaron sus estudios.
Viktor Hovland fue tres a la universidad. Y cada uno de los 10 mejores golfistas estadounidenses pasó al menos algún tiempo en un campus universitario. El golf universitario se ha vuelto tan sofisticado y tan competitivo que es esencialmente un mini circuito de desarrollo para el PGA Tour.
Los mejores equipos universitarios vuelan por todo Estados Unidos, a menudo en aviones privados. Compiten en eventos en campos de calibre de campeonato importante. Y ahora, con el aumento de la inversión de Golf Channel en el golf universitario, estos eventos están recibiendo tiempo de televisión. Todavía es un gran salto al PGA Tour, pero el contraste no es tan marcado como lo era, digamos, hace 20 años.
Google Earth en el golf
Los jugadores más jóvenes también son más inteligentes que nunca. La proliferación de sistemas de gestión de campos ha dado a los veinteañeros el tipo de sabiduría que solía llegar solo después de varios años de gira.
Antes de Google Earth, un jugador joven necesitaba tiempo para aprender los campos más importantes. Tendría que ver los lugares para saber las líneas de salida, dónde fallar, qué hoyos atacar y dónde jugar de forma conservadora.
Pero con las imágenes satelitales, los modernos libros de yardas y las guías de estrategia basadas en matemáticas, los muchachos pueden hacer su tarea antes de ver el campo real.
Pueden saber, con una certeza impresionante, qué líneas sacar de los tees, los promedios de puntuación de diferentes partes de la calle y qué partes de un green evitar. Más información conduce a decisiones mejor informadas y matemáticamente optimizadas.
Trackman para saber todo de su juego
Los jugadores jóvenes también tienen más información sobre sus propios juegos. Esta es la generación TrackMan; estos chicos crecieron pegando bolas en monitores de entrenamiento. Así como los mejores profesionales conocen sus números, los mejores jugadores universitarios saben cómo deberían ser sus velocidades de giro y ángulos de ataque. Además, saben cómo solucionar un problema cuando surge. “Creo que hay más información para estos jóvenes que nunca”, dijo Webb Simpson el año pasado. “Tienes DECADE golf de Scott Fawcett, tienes TrackMan, tienes Foresight, todas estas herramientas y tecnología para ayudar a estos estudiantes de secundaria y jugadores universitarios a mejorar, llegar más lejos.
En el golf, sabemos por qué los golpes van de izquierda a derecha o de izquierda a derecha y de derecha a izquierda más de lo que nunca supimos”.
Por último, otro elemento es la revolución de la velocidad. La creación de Mark Broadie de la estadística de golpes ganados nos ha enseñado más sobre por qué los buenos jugadores obtienen buenas tarjetas.
Los números cuentan una historia clara: la distancia es una gran ventaja. Las mejoras en la tecnología de los palos (bolas que giran menos, drivers con caras más grandes y tolerantes) incentivan a los jugadores a golpear desde el tee siempre que sea posible. Y aunque tipos como DJ y Rory e incluso Phil Mickelson, de 51 años, aún pueden moverse con estos chavales, como regla general: cuanto más jóvenes, más rápido.
Todo se ha combinado para producir un grupo de intrépidos e inteligentes, veinteañeros que están apostando por un deporte que solía favorecer la edad sobre la juventud.