Fresas: Propiedades, beneficios y usos

La fresa es un fruto de color rojo brillante, dulce, carnoso y que tiene forma de corazón. Se obtiene de la planta que recibe su mismo nombre. En gran parte del mundo es conocida como la «reina de las frutas». Pues no sólo ofrecen dulzura y sabor, sino que también posee muchos beneficios para la salud.

Suele emplearse con fines medicinales ya que posee excelentes propiedades que ayudan a preservar el bienestar de nuestro organismo, ya que en comparación con otras frutas conocidas, como las manzanas, naranjas o plátanos, las fresas son las que tienen mayor cantidad de nutrientes. Además, se pueden comer de diversas formas, ya sea crudas, como compota, mermelada, etc.

Esta fruta es quizás la más apreciada durante el comienzo de la primavera y verano, por eso, comenzarás a encontrar una buena variedad y calidad en las góndolas de vuestro mercado más cercano.


Origen de las fresas

La fresa silvestre es originaria de la zona de los Alpes y fue descubierta por los romanos, quienes la consideraban un alimento privilegiado. Se dice que en la época de la Roma Antigua, la fresa estaba ligada a las festividades de Adonis, ya que la leyenda señala que el origen de esta fruta se da a la muerte de Adonis, cuando Venus llora lágrimas que al tocar el suelo se convierten en fresas.

El fresón es una variedad de fresa que proviene de dos especies americanas, mezcladas a su llegada a Europa, pues la fresa que conocemos actualmente se introdujo en Europa por los primeros colonos de Virginia (Estados Unidos). Con la llegada de la fresa de Virginia en el siglo XIX, se obtuvieron nuevas variedades que ganaron en tamaño y perdieron en sabor. Más tarde se realizaron cruces entre ésta y una variedad chilena, consiguiendo una fresa más grande y dulce.

10 Tipos y Variedades de Fresas más Comunes

Actualmente el cultivo de la fresa se encuentra expandido por muchos países, siendo España uno de los primeros países productores del mundo. Las más comercializadas son las fresas de cultivo intensivo, que con la ayuda de invernaderos consiguen tener presencia todo el año en los mercados. A continuación, os mostramos las principales variedades de esta deliciosa fruta.

Fresas Camarosa: originaria de California (EE UU), de frutos grandes y firmes, es la más consumida en España. Se la considera como la variedad de fresón más cultivada en la actualidad.

Fresas Reina de los Valles: tal como su nombre lo dice, es la reina de la producción del mercado español.

Fresas Tudla: es de origen español y se la puede encontrar también en la región de Sicilia, Italia. Su fruto es grande y alargado, de color rojo intenso a oscuro.

Salvaje: es el tipo de fresa que encontraremos en el mercado durante los meses de verano.

Fresas Carisma: de forma cónica y de gran tamaño, tanto su color rojo como su sabor, son menos intensos que otras variedades.

Fresa Pájaro: esta variedad se caracteriza por tener forma de corazón y por su color rojo brillante. Es la fresa de mejor sabor de todas las que existen en el comercio
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Fresas Candonga: esta variedad de planta es española y se caracteriza por ser rústica y sabrosa.

Fresas Chiflón: también española, de color rojo brillante y muy aromática. Esta fresa es ideal para el clima mediterráneo.

Fresas Oso Grande: es una variedad de fresón californiano, de follaje oscuro y buena adaptación a climas templados.
Fresas Cartuno: es un fresón cónico, color rojo brillante y de sabor azucarado.

Fresas: propiedades, beneficios y valor nutricional.
Como mencionamos antes, las fresas, también conocidas en algunas regiones como frutilla, son de las frutas más conocidas y versátiles que existen. Y esto no solamente por su sabor, sino también por las propiedades que posee y los beneficios que le aportan a nuestro organismo.

Se trata de una fruta que es rica en antioxidantes y minerales, tales como el manganeso, magnesio y potasio. También tiene vitamina C, B2, B3 y ácido fólico, es rica en fibra y baja en azúcar. Vale decir también que casi el 90% de su composición es agua. Debido a su gran capacidad antioxidante, diferentes estudios han demostrado que ingerir esta fruta puede ayudar a disminuir en un 50% la aparición de tumores cancerígenos.

A su vez, a pesar de su dulce sabor, las fresas son muy recomendables en dietas para controlar o bajar de peso ya que son bajas en calorías.

Se ha demostrado que consumir fresas previene la aparición de enfermedades cardiovasculares, arteriosclerosis e hipercolesterolemia, así como ayudan a  mejorar nuestra capacidad antiviral, retrasan el envejecimiento cerebral y son ideales para prevenir el Alzheimer. Incluso aquellas personas con diabetes pueden consumir fresas para prevenir riesgos de diabetes de tipo 2.

Cómo conservar las fresas

Muchas veces cuando vamos al mercado compramos frutas en cantidad, que luego no las consumimos en los días siguientes. Esto es común cuando compramos fresas, pues las vemos resplandecientes en la góndola y compramos unos gramos de más.

Vale decir que, después de su cosecha, las fresas dejan de madurar y por eso se pueden pudrir rápidamente, por lo que resulta fundamental saber cómo conservarlas. Lo más importante es que siempre las guardemos en el frigorífico y sin lavar.

La humedad acelera el proceso de putrefacción de una fruta, por lo tanto, sólo debe ser lavada antes de consumirla. A su vez, no debemos retirar el tallo y hojas de la fresa, ya que éstas mantienen su frescura. Si ya tenemos alguna fresa en mal estado, dañada o con moho, debemos evitar guardarla con el resto ya que afectará a las demás.

Se aconseja colocar las fresas en un recipiente amplio, ventilado y con un papel de cocina en su base: éste absorberá la humedad y las fresas se mantendrán más tiempo.

Si por algún motivo no habéis podido salvar las fresas y éstas se han puesto feas, os sugerimos que las congeles en lugar de tirarlas, ya que pueden servir para zumos o batidos. En este caso, sí puedes quitar las hojas y tallo, y cortarlas a gusto.

Fuente: Finedining Lovers