En cuanto al procedimiento para elaborarlo, el hostelero nos cuenta que “de esa zona se obtiene el agave, y el proceso que se lleva a cabo es muy auténtico: Se cuece en hornos muy originales y se obtiene un sabor muy fresco y muy agradable al paladar. O sea, no te trata de romper el paladar, sino que te deje un sabor agradable”.
Sin embargo, El sabor del Ancira no se limita ser un mezcal tradicional, sino que también ofrece una variada gama de sabores y matices. “Lo que nosotros adquirimos de la mezcalera es San Jorge y después de procesarlo durante cuatro meses, darle un añejamiento, le ponemos a uno de ellos dátil, lo que le da un sabor enorme, a otro nuez, cereza… eso es lo que nos da los sabores. El de cereza lo hacemos también para que se diferencie ese sabor, muy rojito y muy sabroso. Le queda en el paladar un sabor muy original”, sentencia Hernández.
Fuente: Revista Excelencias Gourmet