El Ferrari 512S Modulo de 1970 es, con margen, uno de los coches más peculiares jamás creado por Ferrari. Y no sólo es único, también es uno de los modelos más especiales. Bajo su futurista carrocería, firmada por Pininfarina, se esconde nada menos que el chasis, motor y componentes de uno de los 25 Ferrari 512 fabricados para luchar contra los Porsche 917 en Le Mans, Daytona y en otras muchas competiciones de resistencia a principios de la década de 1970.
Lo cierto es que Ferrari construyó demasiadas unidades derivadas del modelo de competición para cumplir con las normas de homologación. Fabricaron un total de 25 coches, muchos de los cuales no consiguieron vender. Debido a esta situación, la firma de Maranello decidió dar un uso distinto a uno de ellos –unidad número 23- y para ello, dio vía libre al diseñador Paolo Martin de Pininfarina para que creara el vehículo más radical hasta la fecha. Y así lo hizo.
El resultado es, cuanto menos, llamativo. El Ferrari 512S Modulo conserva las mismas características mecánicas que el modelo de competición en el que se basa. Está animado por un propulsor V12, colocado en posición central, que desarrolla una potencia máxima de más de 550 CV.
El 512S Modulo fue presentado en el Salón de Ginebra de 1970. Sólo fabricaron una unidad, que al principio estuvo pintada de color negro y más adelante, lo pintaron del color que ves en las imágenes. Debido a las futuristas líneas de su carrocería, desde el momento que vio la luz recibió numerosas críticas, aunque eso no impidió que lograra obtener hasta 22 premios de diseño.
Uno de los aspectos que hacen único y especial al Ferrari 512S Modulo es la forma en la que se entra a su habitáculo: el parabrisas, las ventanas laterales y parte del techo se desplazan en conjunto hacia delante para dar acceso al interior. Aunque no lo parezca, es un coche funcional, aunque debido a las cubiertas que tapan las ruedas delanteras, no se le daba muy bien girar.
Un coche fuera de serie: Ferrari 512S Modulo
Fuente: Jalopnik