Rory McIlroy se corona en el PGA Championship

Sergio GarcíaEn el prestigioso recorrido de Kentucky Sergio García fue el mejor español, pese a que en la cuarta vuelta no estuvo tan inspirado como 24 horas antes.

Y es que el castellonense venía de firmar un ‘vueltón’ de 66 golpes (-5) y se tuvo que conformar con un 73 que le hacía perder algunos puestos. Finalmente, el español ha sido 36º con 281 impactos (-3).

Más acertado, con el par del campo (-1), estuvo Gonzalo Fernández-Castaño, que jugó mejor de lo que dice la clasificación mejor (59º con 284 golpes, par) pero que se lleva como consuelo un corte y buenas sensaciones en algunos tramos de la competición.

Por su parte, Rafael Cabrera-Bello se despidió con su actuación más gris, un 80 (+9) inusual en un jugador de su categoría que le hizo acabar con 294 golpes (+10) y un mal sabor de boca.

MC. ILROY windEl título fue para un Rory McIlroy (-16) que fue protagonista desde el primer día y vio peligrar su triunfo en una cuarta vuelta plagada de alternativas. Al final, el número uno del mundo soportó la presión con ligereza y superó en un golpe a Phil Mickelson (-15) y en dos a Henrik Stenson (-14) y Rickie Fowler (-14).

El trance final resulto épico, sin apenas luz a causa del retraso provocado por una fuerte tormenta. McIlroy, agobiado por Mickelson. Stenson y Fowler, se sacó de la chistera un gran birdie en el 17 que fue decisivo. El norirlandés de 25 años mostró esa determinación que le ha llevado a ganar cuatro grandes y a ser el relevo natural de Tiger Woods. Brillante Rory.

La primera jornada concluyó con el inglés Lee Westwood y los estadounidenses Kevin Chappell y Ryan Palmer en cabeza con 65 golpes (-6). En esta manga inicial, dos españoles, Rafael Cabrera-Bello (-2) y Sergio García (-1), jugaron bajo par. El canario se apoyó en tres birdies entre el 15 y el 18 para levantar una buena tarjeta; el castellonense se rehízo de dos bogeys consecutivos para ganar al campo y mantener las opciones de hacer algo grande. Gonzalo Fernández-Castaño (par), Miguel Ángel Jiménez (+1) y Pablo Larrazábal (+8) completaron la jornada española.

En el popular campo de Kentucky tomaron posiciones algunos de los jugadores que están en todas las quinielas para obtener el título. Así, Rory McIlroy firmó un notable 66 (-5) o Phil Mickelson se anotó un 69 (-2). Tiger Woods, que a pesar de su retirada el pasado fin de semana aspira a ganar el que sería su quinto PGA tras los de 1999, 2000, 2006 y 2007, acabó el día en +3.

Un día después, finalizada la segunda jornada, tres españoles se ganaron el derecho a jugar el fin de semana: Rafael Cabrera-Bello, Gonzalo Fernández-Castaño y Sergio García.

Rafael Cabrera-Bello era el español mejor situado con un -2 al total que era consecuencia de dos vueltas tremendamente sólidas. Si en la primera se lució con un 69 resultón, en la segundo tiró de paciencia para acabar al par.

Gonzalo Fernández-Castaño fue otro de los nombres del día entre los nuestros, toda vez que acabó el día en negativo (70, -1) y remontó un buen número de posiciones. Y por su parte, Sergio García equilibró el -1 del jueves con un 72 (+1) en esa segunda jornada que le situaba al par.

Por el contrario, y al igual que jugadores de la talla de Tiger Woods, Martin Kaymer o Graeme McDowell, no pasaron la criba Pablo Larrazábal (+6) y Miguel Ángel Jiménez (+7). El barcelonés firmó una sensacional vuelta de 69 golpes (-2), pero no pudo enjugar la desventaja con la que comenzó el día, y al malagueño no se le vio cómodo nunca y enterró sus opciones con un 77 (+6).

En la tercera jornada, Sergio García pasó al ataque con una vuelta de 66 golpes (-5) con la que ascendió 30 puestos. Seis birdies, un solo bogey y una sensación de disfrute sin comparación con los días precedentes tuvieron la culpa de semejante resultado.

Más ajustados fueron los resultados de Gonzalo Fernández-Castaño y Rafael Cabrera-Bello. El madrileño acababa el día con un golpe sobre par (72), lastrado por dos bogeys y un doble bogey entre el 15 y el 17; el canario acabó con 74 (+3) y la sensación de no encontrar el camino del birdie.

Al tiempo, la cabeza del torneo se apretaba gracias a la sorprendente aparición del austriaco Bernd Wiesberger, que con un preciso recorrido de 65 golpes (-6) se uní a la fiesta y se situaba a un golpe de Rory McIlroy (-13).