SI realizas el increíble entrenamiento de Tiger Woods seguramente acabarás exhausto. Como vimos en un artículos pasado, Woods ahora se entrena de una forma más liviana.
Este era el entrenamiento de la época dorada de Tiger Woods. 13 horas al día al pie del cañón para ser el mejor en el juego.
En los primeros años del SXXI Woods no tuvo rival y este entrenamiento era la clave de su éxito.
Un poco antes del Torneo Génesis el propio Tiger aclaró a los jugadores como era su rutina de ejercicios. Para Woods el elemento físico y la fuerza en el golf son tan importantes o más, que tener una buena concentración y temple de acero.
Rutina de entrenamiento de Tiger Woods
Tiger comenzaba por la maña y corría unos 6,5 kilómetros. Después levantaba pesas durante 45-60 minutos.
Una vez que ya había calentado y entrenado todos los músculos pasaba a practicar sus golpes en el campo de prácticas durante 3 horas.
Una vez que había finalizado esa práctica de golpes, y para afinar la puntería y los movimientos jugaba un partido de golf completo con sus respectivos 18 hoyos.
El californiano es muy consciente de que en el green se ganan y pierden los torneos. Por eso practicaba su putt y los tiros cortos un buen rato después del partido de golf.
Al finalizar la tarde, volvía a correr otros 6 kilómetros, para acabar su rutina de ejercicios jugaba al tenis o al baloncesto.
En total 13 horas de ejercicio con miras a ser el número 1 del mundo y mantenerlo.
Por supuesto que hoy en día y con 45 años a sus espaldas y un montón de cirugías de espalda, Woods ha bajado el ritmo de su entrenamiento.
Ahora trabaja más en el campo y en los golpes cortos. Selecciona los torneos a los que va a asistir. Y si comprende en las primeras rondas que no va a poder competir pues ya no fuerza la máquina.
Sigue el ritmo del torneo , mas como un jugador más consciente de que es su propia presencia, y no tanto su juego, por lo que los espectadores vienen a verlo.
Una presencia valorada en más de $ 45 millones de dólares
Y es que con una carrera tan impresionante, Tiger es consciente de que la gente paga de muy buena gana por verlo jugar (no importa si no juega perfecto). Su sola presencia atrae a miles de espectadores a los torneos y a millones de televidentes.
No hay que olvidar que Woods gana cada año unos $ 45 millones de dólares en contratos publicitarios. Su marca personal es en estos momentos tan importante como su juego.
Por eso, se dosifica y trata de maximizar sus apariciones al máximo. Y con 5 Masters de Augusta en el bolsillo ¿quien podría culparlo?
