¿Qué tengo que hacer ahora? El golf y el COVID-19

Golf y Covid-19 por Oscar del Rio

Psicólogo Deportivo RFEG

Llevamos varias semanas confinados en casa por culpa del COVID-19, intentando llevarlo lo mejor posible y cada uno haciendo lo que está en sus manos para que esto termine lo antes posible.

En las charlas con los padres suelo terminar diciendo que el golf es una escuela para la vida y una buena oportunidad para que nuestros hijos adquieran aprendizajes para desenvolverse con éxito en la vida.

¿Y qué podemos aprender del golf para sobrellevar este confinamiento?

Pues, salvando las distancias, el golf nos muestra un modelo de actitud que podemos imitar en estos días. Imagine que está en el hoyo 9 de una competición, no está jugando bien, el resultado no es ni de lejos el que había imaginado con tanta ilusión la tarde antes y el día recuerda más a una jornada de Open Británico que de Open Costa del Sol.

“Hoy no es mi día”

Ante esta situación, se le presentan varias opciones. La primera opción, la fácil y cómoda: dejar que el pensamiento “hoy no es mi día” se apodere de su mente. Este pensamiento viene cargado de argumentos y de hechos que así lo atestiguan. Complicado llevarle la contraria.

Este pensamiento le está invitando a abandonar y a arrastrarse mentalmente por los siguientes 9 hoyos con el argumento razonable de ¿“para qué te vas a esforzar si ya no vas a conseguir lo que quieres”?

Pero aún puede empeorar más la situación si al “hoy no es mi día” le acompañan quejas y excusas, reproches, autocríticas y enfados después de cada error. Estará añadiendo rabia y frustración, que puede desembocar en pensamientos irreproducibles en un texto.

Si deja que el pensamiento “hoy no es mi día” gane la batalla, estará dejando de lado la capacidad de superación, de afrontar las dificultades, el saber adaptarse a las circunstancias que van viniendo y, en definitiva, estará perdiendo la guerra y se verá arrastrado por tanta adversidad. Cuando esto sucede el juego nos supera. Así sucede también con el Covid-19.

Aceptar y actitud resolutiva

Pero también tiene una segunda opción: aceptar la situación tal cual es, independientemente de la mala suerte, del mal tiempo u otras circunstancias de las que usted no es responsable y actuar con actitud resolutiva.

Estas son las dos cosas que nuestros hijos pueden aprender de cualquier ronda de golf, ya que siempre hay situaciones que brindan la ocasión de aprender a aceptar y desarrollar actitud resolutiva ante las dificultades y adversidades del momento.

En mitad de una competición no es el momento de criticarse o reprocharse los errores que haya cometido y que le han llevado a esa situación. Tampoco es el momento de analizar demasiado el porqué del mal resultado.

Mucho mejor, es el momento de sacar lo mejor de cada uno y buscar la mejor solución ante cada situación que se vaya presentando. Si falla un golpe de los que nunca falla, acepte, busque alternativas y decídase por la que crea que es la mejor opción para terminar el hoyo en el menor número de golpes. Esta actitud es un hábito que podemos ir adquiriendo en cada vuelta de golf. Perfecta para este encierro del Covid-19.

¿Cómo se aprende a aceptar?

Buscando motivos para aceptarargumentos y pensamientos que se enfrenten cara a cara con aquellos pensamientos que nos invitan a dejarnos llevar por las quejas, que nos invitan a ser poco resolutivos y en definitiva a no dar lo mejor de nosotros.

A bote pronto, se me ocurren varios pensamientos escudo: “aunque hoy no sea mi día, me quedan 9 hoyos por jugar, los hoyos anteriores ya no los puedo cambiar. Lo tengo que aceptar, aunque no me guste. Solo puedo hacerlo bien en el siguiente golpe. Esta situación no va a poder conmigo”.

A partir de este auto-dialogo que le ayudará a aceptar, podrá preguntarse: ¿Qué tengo que hacer ahora para hacerlo lo mejor posible? Esta pregunta le llevará directamente a buscar una solución, a tener actitud resolutiva.

Cuando estamos entrenados en actitud resolutiva, hacerse esta pregunta es suficiente para empezar a buscar soluciones. Esta pregunta no caduca, pase lo que pase en los hoyos siguientes puede seguir preguntándose: “¿Qué tengo qué hacer ahora?”

Lo mejor de tener actitud resolutiva es que al final de la vuelta, y aunque no haya hecho ni un swing decente, podrá sacar la bola del hoyo 18 y, con la cabeza bien alta, dar las gracias a sus compañeros de partido y sentirse orgulloso de sí mismo porque ha estado a la altura del juego, sin abandonar ni quejarse a pesar de que las circunstancias y algunos de sus pensamientos le invitaban a ello. En definitiva, ha dado lo mejor de usted mismo.

Espero que el análisis de esta situación, que todos los jugadores de golf hemos vivido en bastantes ocasiones, le ayuden a aceptar y adoptar la actitud resolutiva que en estos momentos que estamos viviendo ante el Covid-19 se hace imprescindible.