El golf y sus efectos medioambientales

El golf tiene muchos efectos medioambientales benéficos. Hagamos un repaso de estos.

Un campo de golf recupera el paisaje como un activo natural y cultural

Los aspectos ambientales de los campos de golf se resumen en:

– La ocupación del suelo y la modificación del paisaje original. Supone transformar una extensión inerte, yerma y, casi al 100% de inutilidad y modificarla de acuerdo con las necesidades del tipo de campo y las características ambientales y climáticas de la zona.

– El consumo y la gestión del agua. Dependiendo del tipo y extensión del campo y de las características climáticas (pluviometría y humedad) se exige un consumo. En Alicante, tras el uso de agua regenerada se estudia el aprovechamiento de aguas pluviales.

– Las secuelas sobre el microclima. En muchos casos las instalaciones de golf suelen ubicarse en entornos urbanos y periurbanos. Por ello juegan un papel parecido al de parques y espacios vegetados como pulmones de la ciudad. Combaten la polución atmosférica, refrescan el ambiente y proveen al ciudadano de cierto sosiego.

– Las repercusiones sobre la salud humana. Desde el punto de vista físico una jornada de golf supone andar unos cuantos kilómetros. Desde una óptica psicológica, un entorno agradable y tranquilo a la vista y al oído puede ayudar a eliminar el estrés. El golf tiene además una característica muy interesante, y es el amplio espectro de edades aptas para practicarlo. Aspecto muy positivo para el turismo en la comunidad, al gozar de un notable universo potencial de clientes, tanto por el clima como por la calidad de nuestros servicios.

Estos son algunos de los efectos medioambientales que ofrece un campo de golf. Pero además hay que agregar económicos y socio culturales muy importantes como lo es el empleo de calidad en zonas rurales o semi-rurales.

Fuente: Golf