Cada vez más estudios demuestran que el golf es un excelente aliado para la salud mental.
Después de ver el renacimiento del golf post-pandemia, ahora cada vez más psicólogos están convencidos de que es un deporte muy positivo desde el punto de vista mental.
Estas son algunas de las razones:
1/ Desarrollo de fuerza mental
Jugar al golf significa enfrentarse al error constante. El golf se diferencia del yoga o de correr (otras dos actividades que promueven los beneficios para la salud mental) en que jugar al golf invita a un ritmo constante de retroalimentación negativa.
En los 18 hoyos existen entre 70 y 100 oportunidades para sentirte mal y entrar en una crítica personal destructiva. ¿Cómo podría eso ser bueno para nuestro bienestar? Porque el golf eventualmente te obliga a aprender a enmarcar los resultados desagradables para hacerlos más agradables. De otra manera, el 95% de los golfistas hubieran abandonado al hacer su primera vuelta.
Hay que pensar en el juego como un entrenamiento de fuerza para la mente. Puede que no se sienta bien en el momento, pero de todos modos nos lleva a un lugar mejor.
Al jugar a golf hay que entender que se ha elegido jugar y aprender un juego realmente desafiante. Un juego contra uno mismo y contra los elementos. Por eso el golfista desarrolla mucha fuerza mental. Encuentra alegría en la lucha buscando el par.
2/ Un juego socializador
La naturaleza social del golf es evidente. Pero va más allá de lo que observamos a primera vista.
El golf es un excelente aliado para la salud mental porque cuanto más envejecemos, suele ser más difícil hacer amistades.
Normalmente los hombres especialmente, aunque no exclusivamente, luchan por desarrollar nuevas amistades a medida que avanzan hacia la mediana edad. El golf permite un camino más fácil y proporciona un entorno fértil para aventurarse más allá de la charla superficial.
Dentro del campo los errores son comunes y se necesita espíritu de equipo. Normalmente las relaciones masculinas sufren de ego y el golf es un deporte en que el ego es aniquilado en el tercer hoyo.
Además, es un actividad que dura entre tres y cuatro horas. Y se juega hombro con hombro, tienes la oportunidad de hablar mucho y hace mas sencilla la dinámica de la amistad.
Mientras que las mujeres en general se sienten más cómodas en las interacciones cara a cara que las sumergen más fácilmente en temas sustantivos, los hombres tienden a llegar de forma indirecta a través de una actividad compartida: trabajar juntos, ver un partido y sí, jugar al golf.
El golf es uno de los pocos deportes en los que realmente tienes la oportunidad de comunicarte con alguien mientras compites. Es una actividad social, de equipo hombro con hombro. Y también tienes la oportunidad de hablar mucho.
Además los golfistas necesitan que otros golfistas completen el cuarteto y verifiquen el juego de los demás. Esto es muy bueno pues a medida que envejecemos, y tal vez nuestra vida profesional y familiar entre en fases menos frenéticas, nuestras oportunidades para conectar disminuyen y el golf llena el vacío con su aspecto socializador.
3/ Abre la perspectiva de las personas
Otro aspecto importante es la apertura de la perspectiva. El hecho de que el golf se juegue en exteriores y en grandes superficies ayuda mucho a nuestra mente.
Para personas que sufren de depresión el golf es algo realmente positivo. Al jugar al golf estamos en un ambiente muy positivo y abierto. Es decir, no hay sentimientos de inquietud o de estar encerrado. Pasamos de una perspectiva disminuida a una aumentada.
En la temporada de golf, sobre todo en primavera y verano, los deportistas salen a caminar, hacen ejercicio y crean lazos interpersonales con sus compañeros de equipo.
Esto hace que el mundo se vea un poco más brillante y abierto, regalándonos más optimismo para afrontar todas las dificultades diarias.
