La importancia de los frutos secos en nuestra alimentación

Si bien los frutos secos siempre han sido víctima de comentarios negativos por su alto contenido calórico y la importante presencia de grasas en su contenido nutricional, poseen muchos beneficios que lo convierten en un alimento positivo a la hora de incluirlos en la dieta.

Es por ello que queremos hacer de ‘abogados del diablo’, así que vamos a repasar los principales beneficios de estos alimentos para la salud.

No en vano, la propia Organización Mundial de la Salud los incluye en la lista de alimentos necesarios para llevar una dieta saludable.

Para empezar, es importante aclarar que, aunque es cierto que el aporte calórico de los frutos secos es bastante alto (la mayoría de ellos suelen rondar las 500-600 kilocalorías por cada 100 gramos), las grasas de las que disponen son las consideradas grasas ‘buenas’, es decir, no saturadas (monoinsaturadas y poliinsaturadas).

Estas, además de reducir el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, también ayudan a disminuir los niveles del ‘colesterol malo’.

Sumado a esto, los frutos secos son un alimento muy saciante, por lo que una pequeña ración de ellos al día puede suponer un importante aporte energético y que reduzcamos el consumo de otros alimentos menos saludables.

Otra de las razones que justifica el consumo de los frutos secos es su contribución a mejorar funciones claves del cerebro como pueden ser el aprendizaje o la memoria.

De hecho, alimentos como las avellanas o las almendras ayudan a prevenir la demencia y a ralentizar el deterioro cognitivo.

Pero los frutos secos no son solo buenos para nuestro cerebro, sino también para nuestros huesos y músculos. Algunos de ellos como las almendras o las avellanas contienen un alto porcentaje de calcio (unos 250 miligramos por cada 100 gramos en caso de las primeras y unos 220 mg en caso de las segundas), lo que ayuda a fortificar nuestros huesos.

De la misma manera, el alto contenido proteico de la mayoría de los frutos secos contribuye a la recuperación muscular, por lo que es un alimento idóneo para consumir tras la práctica deportiva. Nuestra salud cardiovascular también se ve beneficiada con el consumo de este alimento.

Muchos frutos secos son ricos en ácidos grasos Omega-3, que contribuyen a regular el nivel de colesterol en sangre, por lo que ayudan a mejorar la salud del corazón.

No podemos olvidarnos del alto contenido en fibra que caracteriza a la mayoría de los frutos secos, y es que alimentos como las almendras (un 12% de fibra) o los pistachos (un 10%) son ricos en este nutriente.

Esto mejora indudablemente el tránsito intestinal, por lo que si tienes problemas para ir al baño, encontrarás en estos dos alimentos unos buenos aliados.

Por todas estas razones los frutos secos son una opción ideal para acompañar tus platos o simplemente para consumirlos ‘de picoteo’ en tu día a día.

Almendras, nueces, pistachos, avellanas…, un abanico de opciones se abre delante de ti para cuidar de tu salud a la vez que disfrutas de estos deliciosos alimentos.

Fuente: Revista Excelencias Gourmet