El equilibrio es una de las claves de tu swing
Los golfistas no piensan lo suficiente en el equilibrio. La mayoría asumen que una vez, cuando son niños pequeños, pueden comenzar a caminar con sus dos piernas. Por lo tanto, dominan el equilibrio y no tienen que pensar mucho en eso a partir de ese momento.
Desafortunadamente, el equilibrio es el componente menos comprendido del rendimiento deportivo. Y en ningún deporte es más notoria la falta de capacidad para equilibrarse que en el golf. Mantener el sentido del equilibrio de una forma profunda es primordial para triunfar en el golf.
Por lo que si has estado jugando golf razonablemente bien sin trabajar en tu equilibrio, te sorprenderás de lo rápido que puede mejorar tu potencia, la velocidad de la cabeza del palo y tu precisión cuando comiences a trabajar en las cosas que lo mantienen de pie cómodamente y estable sobre dos pies.
Estar más equilibrado a la hora del golpe
Todos los entrenadores de golf se preocupan por trabajar el equilibrio.
Piensa en tu swing de golf. ¿Tu elevación para hacer el backswing te hace balancearte hacia atrás o levantarte con las piernas rectas? ¿Estás exactamente donde quieres estar en el momento del impacto? ¿La cara del palo está exactamente donde quieres que esté en el momento del golpe?
El hecho, es que la mayoría de los golfistas no tienen la estabilidad y el equilibrio para controlar suficientemente los cambios de impulso en el backswing y luego del backswing a través del impacto y en el seguimiento.
Es posible que en realidad no te caigas en el campo. Pero eso no significa que tengas el equilibrio suficiente para golpear la bola de la manera que quieras y jugar tu golf de manera óptima.
Por esta razón, te proponemos tres sencillos ejercicios de gol para optimizar tu juego. Te harán sentir más estable y conectado a tierra en el campo. Así manera será más fácil pegar la bola con más potencia, precisión y consistencia. Un buen equilibrio puede cambiar tu juego y bajar tu handicap.
1/ Círculos de cadera de una sola pierna
Para este ejercicio debes ponerte de pie. Después con las manos en las caderas separa tus pies de modo que estén a la altura de las caderas. Cambia tu peso sobre la pierna derecha y levanta lentamente tu pierna izquierda hacia un lado.
Equilíbrate con fuerza y luego comienza a hacer círculos hacia un lado con la pierna. Recuerda que el movimiento no debe ocurrir en la rodilla o en el tobillo. Trata de mantener una pierna bastante recta y haz que todo el movimiento ocurra en la cadera.
Haz cinco círculos en el sentido de las agujas del reloj con la pierna izquierda sin apoyar el pie y luego haz cinco círculos en el sentido contrario a las agujas del reloj sin apoyar el pie. Cambia de pierna y haz lo mismo con la pierna derecha.
2/ Elevaciones de Hombro
Esto te permitirá trabajar un poco los hombros mientras mejora tu equilibrio. Sosten una pesa liviana de entre 2 a 5 kilos en cada mano.
Con las manos a tus costados y párate con el pie derecho directamente frente al pie izquierdo como si estuvieras caminando sobre una cuerda floja o una barra de equilibrio. El talón de tu pie delantero debe tocar los dedos de tu pie trasero.
Encuentra el equilibrio , y luego levanta el brazo derecho hacia un lado hasta que quede paralelo al suelo. Manteniendo un buen equilibrio, baja el brazo derecho y luego levanta el brazo izquierdo hacia un lado. Continua hasta que hayas logrado diez levantamientos a cada lado.
Cambia de pierna y haz veinte elevaciones laterales alternas (diez a cada lado) con el pie izquierdo delante del derecho.
3/ Golpear la bola en una sola pierna
Coge un palo y prepárate como si estuvieras a punto de lanzar un chip de 10 metros al green. Dobla la rodilla trasera (rodilla derecha si eres diestro, izquierda si eres zurdo) y levanta el pie trasero del suelo detrás de ti.
Debes colocarlo en una posición de apoyo con una sola pierna parado sobre su pie delantero. A partir de aquí, intenta realizar tres golpes perfectos sin poner el pie trasero (o la cabeza del palo) en el suelo. ¡Esto es difícil!
Cuando puedas hacer esto razonablemente bien, vamos a cambiar de apoyo. Vamos a levantar un poco nuestro pie delantero para que no toque el suelo. Repetiremos la misma dinámica. Tres golpes sin que el pie delantero o el palo toquen el suelo.
Si logras dominar este golpe con puntos de apoyo débiles. Entonces sigue entrenando pero con un chip imaginario de 40 metros.