Ponerle un punto dulce al viernes debería ser ley. Después de una semana de trabajo o estudios, qué mejor para iniciar el finde que darle riendas a la llamada hormona de la felicidad. Si a eso le sumamos que justo este 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la natilla de chocolate, no quedan dudas de que este viernes lleva sabor a postre.
Aunque la natilla en sí se agenció el 24 de diciembre como fecha conmemorativa, esta cremosa receta asociada al chocolate ha merecido la suya propia, dada su popularidad entre el resto de sabores que la vuelven singular sin perder la esencia del plato. La celebración inició en Estados Unidos, hasta convertirse en un día internacional. Y es que si ya el azúcar suponía una inyección de endorfinas, causante de una sensación placentera, el chocolate la potencia aún más, al ser un alimento que reduce los niveles de estrés y actúa como antidepresivo natural.
Pero ahí no acaban sus beneficios, ayuda a controlar los niveles de colesterol, a la salud digestiva e incluso a combatir el envejecimiento prematuro. Mientras, el azúcar, aunque existan ciertos prejuicios sobre su reacción al organismo, en su justa medida resulta un hidrato de carbono necesario para la energía y el funcionamiento de las células.
En particular la natilla de chocolate deviene una receta donde el dulce es muy equilibrada, en tanto combina otros ingredientes sin azúcares altamente nutritivos como la leche, yema de huevo…una mezcla que el cuerpo agradece de vez en cuando.
Se dice que el origen de este postre proviene del continente europeo, y dado su fácil elaboración y bajo coste de sus ingredientes ganó terreno en los hogares. Tanto niños como adultos se han dejado seducir por su cremosidad incorporándose en los menús de cenas familiares, colegios, un dulce casero tradicional que gracias a su versatilidad también ha sido punto de partida para recetas de la alta cocina.
Así, han llegado adaptaciones a la receta como la que te propones a continuación, dándole un toque de café y crujiente de nueces caramelizadas, que lleva a otro nivel la clásica natilla de chocolate. Se trata, además, de una variante saludable, recomendada sobre todo para quienes practican deporte.
Fuente: Revista Excelencias Gourmet