El azafrán, conocido como el «oro rojo» por su elevado precio y su extraordinario valor culinario, es una de las especias más apreciadas y codiciadas en la gastronomía mundial.
Originario del suroeste asiático, el azafrán se obtiene de los estigmas secos de la flor Crocus sativus y ha sido utilizado durante siglos tanto en la cocina como en la medicina tradicional.
La recolección del azafrán es un proceso meticuloso y laborioso que explica en gran parte su alto costo. Cada flor de azafrán produce solo tres estigmas, que deben ser recolectados a mano y secados cuidadosamente para conservar su sabor y aroma característicos. Se estima que se necesitan alrededor de 150.000 flores para obtener un kilogramo de azafrán, lo que lo convierte en la especia más cara del mundo.
Usos culinarios:
El azafrán es un ingrediente clave en muchas cocinas tradicionales, aportando un distintivo color amarillo dorado y un sabor ligeramente amargo y terroso. En la cocina mediterránea, es indispensable en platos como la paella española y el risotto alla milanese italiano. En la cocina india, el azafrán se utiliza para aromatizar y colorear arroz, postres y bebidas como el popular «kesar pista kulfi». Además de su uso en platos salados, el azafrán también es un ingrediente apreciado en la repostería. En Irán, es común encontrarlo en helados y dulces, mientras que en la cocina francesa se emplea en delicados pasteles y salsas. Su capacidad para realzar otros sabores y su versatilidad hacen del azafrán una especia única y valiosa en la alta cocina.
A pesar de su alto costo, la demanda de azafrán sigue creciendo, impulsada por el interés en la gastronomía global y la búsqueda de ingredientes naturales y saludables. Innovaciones en el cultivo y la recolección podrían ayudar a aumentar la producción y reducir los costos, haciendo que esta preciada especia sea más accesible para amantes de la cocina de todo el mundo.
Fuente: Revista Excelencias Gourmet