El golfista vasco señala el desenlace del hoyo 14 como clave en el desarrollo de la jornada.
Visiblemente tocado y con la mirada en el suelo por momentos, pero profesional como siempre, Jon Rahm ha lanzado un mensaje a los miles de aficionados que le han apoyado desde nuestro país en estos cuatro días de golf: “estoy decepcionado, este final ha sido muy doloroso, y me fastidia más por todo el apoyo recibido desde España dentro y fuera del campo. Quería darles esa alegría, pero no ha podido ser”.
El adjetivo “doloroso” se ha repetido varias veces en su comparecencia ante los medios. Y es que Jon no oculta que, pese a que en ningún momento ha visto la medalla “hecha”, sí la veía ahí, a su alcance con ese -20 en el 10. “Con lo bien que había jugado, pensar en no tener opciones de nada al final… Cuesta pensar en ello, la verdad”, ha señalado con voz quebrada.
¿La clave? Al revés de lo que algunos puedan pensar, no ha estado en los bogeys del 11 y el 12; para el vasco ha estado en el doble bogey del 14. “El problema ha sido más el tercer golpe de ese hoyo. Hay cosas que en este campo no se pueden hacer. Eso me ha costado dos golpes. Si ahí hago par tengo opciones de llegar a los últimos hoyos bien, pero…”, suspiraba el jugador de Barrika en un esfuerzo de intentar comprender qué ha pasado en ese tramo.
Jon ha admitido que ha sufrido una desconexión mental tras ese hoyo 14, y eso le ha pasado factura en el 15, resuelto con par, e incluso en el 16, con birdie. Pero a pesar de todo ha seguido luchando por una presea, aún a sabiendas de que el oro se escapaba.
Posiblemente hablándose más a sí mismo que para los medios, Jon Rahm ha repetido que “de todo se aprende”, pero ha concluido que reponerse de lo sucedido en ese tramo final en Golf National le va a costar “bastante más” que en otras ocasiones.
A pesar de todo, de la decepción y de ese dolor que tanto ha salido a la luz, siempre enmarcado dentro de lo que es esto, deporte, Jon Rahm ha dejado dos notas positivas: el deseo de estar dentro de cuatro años en Los Ángeles -aún dejando claro que “queda mucho por hacer hasta entonces”- y el buen balance que arroja su semana y las cosas positivas que le ha reportado. “Por más que me cueste pensar en eso ahora mismo”, casi susurraba el campeón español en su agridulce despedida de sus primeros Juegos Olímpicos.
Fuente: R.F.E.G.