Bancosol necesita socios, donaciones y voluntarios para continuar su labor social
Bancosol, el Banco de Alimentos de la Costa del Sol, lanza un grito de socorro y aliento a la sociedad malagueña. Y es que diversos factores y acontecimientos han hecho que los actuales recursos sólo den para que la entidad funcione hasta el mes de septiembre, poniendo en peligro una función social que ha sido clave en los últimos tiempos.
Se necesitan socios con aportaciones mensuales, donaciones empresariales o de diversas entidades; así como voluntarios para seguir atendiendo las tareas diarias de una organización que ha gestionado un volumen de más de seis millones de alimentos anuales en los ejercicios más recientes.
El primer escollo ha sido mental; y es que a nivel institucional y ambiental, flota en el ambiente de que la crisis económica ya ha terminado, con lo que las ayudas van disminuyendo. A nivel económico, las subvenciones con las que subsisten, en gran parte, este tipo de entidades han decaído en un porcentaje brutal, del 80%; bien por el decrecimiento de las partidas o la menor recopilación de aportaciones en las campañas de renta.
“A pesar de que muchas de las iniciativas que se realizan se basan en la acción desinteresada de los voluntarios, unas instalaciones y una dinámica logísticas como las que se implantaron en Bancosol necesitan de empleados y de unos costes de mantenimiento que no llegan más allá de septiembre”, comentó el presidente Joaquín Jiménez.
De hecho, los recortes ya se han producido en el seno de Bancosol en cuanto al personal y los servicios, como el de la transformación de alimentos. Las recogidas de alimentos, tan exitosas en los últimos tiempos, junto a los programas de inserción laboral, con más de 400 contratos en tres años; quedan a expensas de un cambio de rumbo en la financiación y gestión de esta ONG clave en los últimos tiempos en la sociedad malagueña y española.
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