El Loira, una tierra de luz e historia

Siguiendo el cauce del río, a través de la provincia de Anjou, aparece otro valle del Loira inédito, másmisterioso. Entre sus elegantes castillos y sus extensos viñedos, el Loira ofrece una cara relajada ydivertida con los mercados de los pueblos y sus alegresguinguettes. Parcialmente bordeados poracantilados detoba, los pueblos de la zona llamadatrogloditarevelan un Loira discreto y elegante.Pero el río y sus afluentes esconden también pequeñas islas salvajes o habitadas, auténticos paraísospara quienes buscan evadirse con el fluir de la corriente.

Béhuard, una isla para meditarReconocido como patrimonio mundial de la UNESCO, Béhuard es el único pueblo isla en el recorridodel Loira. A unos veinte kilómetros al suroeste de Angers, el pueblo está rodeado por dos brazos delrío.Béhuard, el más pequeño de entre los pueblos que tienen la denominaciónPequeños pueblos concarácterde la provincia de Anjou, solo cuenta con un centenar de habitantes. Sus encantos atraen alos enamorados que se quieren casar en la capilla real de NotreDame de Béhuard, un pequeñosantuario erigido sobre una roca. Se puede transitar por la isla a pie, disfrutar de las orillas del Loira ensuguinguetteo pasar un buen rato tomando algo en la plaza de la iglesia.

El Loira participa significativamente en la identidad delpaisaje de Béhuard, con la formación de islotes o con lascrecidas del río, entre noviembre y mayo, que condicionanla vida en la isla. Los bancos de arena marcan los periodosde estiaje, incidiendo en la horizontalidad del río yofreciendo ricas variaciones de colores que celebran laarmonía de la naturaleza del Loira. Alejándose del centro delpueblo, el sendero pedestreFlânerie autour de l’îlepermiteadmirar el cauce y la parte salvaje de la isla Béhuard. Unparaíso natural, entre praderas y sotobosques, en el que sepueden observar aves como charranes o garzas.