Rafa Cabrera-Bello vence en final de infarto a Adri Arnaus en un play-off apasionante para poner fin a sus cuatro años de espera por una victoria en el Tour Europeo.
La estrella de la Ryder Cup 2016 comenzó la última jornada con una ventaja de dos golpes, pero la perdió en el hoyo 2 , siguiéndole Arnaus muy de cerca.
Un hat-trick de birdies desde el hoyo 13 lo hizo volver a tomar parte en el liderato con 19 bajo `par con un juego nervios de altos y bajos, cayendo en el último en el banker y de esa forma, salvar el par , y de esta forma, poder ir al play off, con una tarjeta de 69 golpes.Tanto Arnaus como Cabrera BelloAmbos hombres enviaron sus golpes de salida a la izquierda en el primer viaje de regreso a la 18, pero Cabrera Bello tuvo la mejor posición y puso su enfoque a 11 pies para sellar un birdie y un cuarto título del Tour Europeo.
La cara de la desolación la tenía Arnaus, quien a pesar de haber entregado una estupenda tarjeta de 67 golpes veía como se clasificaba por cuarta vez en segunda posición tras 72 participaciones en el Tour Europeo.
Un título muy esperado por el golfista
Cabrera Bello terminó segundo en 2019 para pasar al puesto 34 en el Ranking Mundial Oficial, pero desde entonces ha caído al puesto 231.
Lo mas positivo desde su llegada a la capital española y después de final de infarto es que ahora, puede unir su nombre a grandes españoles como Seve Ballesteros, Sergio García y Miguel Ángel Jiménez como ganador profesional del Open de España.
«Definitivamente fue un trofeo que estaba en mi lista de deseos», dijo. «Unir mi nombre a todos esos campeones – Alvaro (Quirós) también que se me ocurre – es muy, muy especial.
«Estoy muy, muy feliz. Sabía que hoy iba a ser una batalla muy dura y no creo que tenga que decir que no tuve el comienzo ideal, pero al final, todo ha salido bien».
En cuanto al resto de la participación española, Adrian Otaegui finalizó empatado con Jon Rahm en el puesto 17 con -13, uno mas que Pablo Larrazábal.
El de Barrika, en la tercera jornada no tuvo su día, pues fue molestado en varias ocasiones con el ruido de los teléfonos móviles y cámaras de fotos de los espectadores que en momento inoportunos le hacían perder la concentración, lo que le llevó a tener que reprenderlos .
Quizá fué uno de los motivos por lo que su tarjeta no fué la deseada, y con seis golpes de diferencia con respecto a la zona alta de la tabla.
A pesar de esto la final de infarto superó con creces el no ver al Rahm, al que estamos acostumbrados.