La pizza es uno de los platos de comida más populares y conocidos del mundo, que cuenta con una gran cantidad de variaciones, ha sido declarado como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2017 y su día es el 9 de febrero.
La pizza, cuyo origen se remonta a Nápoles, es básicamente una masa circular o rectangular a la que se le agrega queso, salsa de tomate y demás ingredientes. Este plato se crea a través de la masa que se adaptaba a los diversos usos que le daban los romanos, hasta que nace en Nápoles. Básicamente es una receta de supervivencia o de aprovechamiento, pero que poco a poco, se ha ido convirtiendo en una auténtica delicia.
El origen de la pizza es algo controvertido, ya que podemos encontrar platos similares en narraciones de Virgilio, el poeta romano, en su epopeya Eneida en la que hablaba de unas bandejas comestibles que transportaban comida y que mezclaban la carne y otros ingredientes.
Posteriormente, en época del Renacimiento, la idea de pizza era una masa redondeada con un poco de grosor y que servía como apoyo de los diversos alimentos. Pero en esta época, en el sur de Italia, se empezó a hacer una versión de la masa condimentada con ajo, manteca y sal. Poco a poco, esa manteca fue sustituida por aceite y se le sumó queso y hierbas aromáticas como explicaba Virgilio y así nacería la pizza blanca que es considerada como la versión primigenia de la pizza.
Existen muchas y diferentes variaciones de la misma. Como se ha mencionado anteriormente, la pizza es una base de masa, con salsa de tomate y queso, pero los demás ingredientes que puede llevar y su forma de preparación es lo que hace su diversidad. Entre las variaciones más populares están:
– Margarita:
Es la más clásica y también de las más conocidas y a pesar de llevar pocos ingredientes es muy sabrosa. Esta pizza lleva los colores de la bandera italiana, el rojo por la salsa de tomate, el verde por la albahaca y el blanco por el queso mozzarella.
– Pepperoni:
Es un tipo de pizza que nace en América del Norte. Es generalmente una pizza con base de tomate, mozzarella y a la que se añade el pepperoni, que es un tipo de salami picante.
– Hawaiana:
Esta pizza es de las más controvertidas, pero también de las más disfrutadas por sus defensores y lo más destacado es que lleva piña. Esta pizza suele prepararse con salsa de tomate, jamón cocido, queso mozzarella y la piña (preferiblemente natural).
– Napolitana:
Este tipo de pizza consiste en ciertas peculiaridades en la masa, ya que consiguen que la masa de la pizza quede muy fina en el centro y bastante gruesa en los bordes redirigiendo el aire. Se le añade tomate cuando se refiere a la marinara o tomate, mozzarella y albahaca si se habla de la pizza margarita, descrita anteriormente.
– Cuatro quesos:
Tradicionalmente, es de las pocas pizzas que no llevan una base de salsa de tomate, y es una de las llamadas pizzas blancas, aunque en algunas variantes de esta pizza si que lleva base de tomate. Lo que no hay duda, es que es la pizza perfecta para los amantes del queso y se caracteriza por llevar queso fontina, mozzarella, parmesano, gorgonzola y pimienta. Aunque se puede hacer con prácticamente con cualquier queso.
– Cuatro estaciones:
Es otra de las variedades más clásicas de la cocina tradicional italiana. Es una pizza bastante sencilla, con base de tomate y mozzarella y en la que se distinguen cuatro partes en las que se ponen ingredientes característicos de las cuatro estaciones. Se añaden tomates por la primavera, albahaca por el verano, champiñones por el otoño y el jamón o el salami y las aceitunas por el invierno.
– Calzone:
Es una de las pizzas que presenta una apariencia más extraña. Nace de una mezcla entre la Focaccia de Bari y la pizza de Nápoles. La pizza calzone es básicamente una masa de pizza que se rellena de verduras, carne, queso y los ingredientes que se considere. También suele ir acompañado de salsas como la marinara o tomate. Por lo que más se caracteriza este tipo de pizza es que está completamente cerrada.