Los hoyos más emblemáticos (III). El interior de Málaga

Los hoyos más emblemáticos (III). El interior de Málaga

Miles de turistas se deciden cada año por la Costa del Sol como el destino idóneo para sus vacaciones de golf por su excelente clima, siendo el litoral malagueño el escenario de referencia para la práctica de este deporte. Pero los campos junto al mar no son la única opción, y varios municipios del interior de Málaga disponen de una atractiva oferta para jugar al golf, con instalaciones de gran nivel y paisajes únicos.

Hay tres alternativas que se encuentran entre las comarcas de Antequera y el Valle del Guadalhorce, lugares que cuentan con enclaves turísticos como el Caminito del Rey, los Dólmenes de Antequera y el paraje de El Torcal. Repasamos cuáles son los hoyos más destacados de los campos de Alhaurín Golf, Lauro Golf y Antequera Golf.
Alhaurín Golf: un elevado tee de salida con vistas a la sierra y al mar

Alhaurín Golf Club es uno de los campos más espectaculares. Divertido, atrevido, exigente y de gran belleza, permite al jugador disfrutar de su entorno. Se compone de 18 hoyos par 72 y lleva la firma del cántabro Severiano Ballesteros, uno de los más grandes de este deporte, que diseñó un trazado que supone un reto para cualquier golfista.

Según asegura el director del complejo, José Ramón Gómez, el emblema de este campo es su elevado tee de salida del hoyo 6, con vistas impresionantes de la Sierra de Mijas y del mar Mediterráneo. La calle 6 es única, con un golpe de salida en alto, haciendo un ‘dogleg’ hacia la derecha, discurriendo por la cima de una montaña y con una riqueza paisajística que la hace aún más especial.

Rodeado por una vegetación propia del bosque mediterráneo, con ejemplares de pinos, robles, cipreses y naranjos, se trata de un par cinco con un tee elevado donde el green no se ve al completo. Este campo privilegiado por su ubicación entre la sierra y la costa cuenta con un hotel de estilo andaluz y una casa club con restaurante.
Lauro Golf: un hoyo protegido por un bosque de pinos centenarios

Uno de los hoyos más característicos de Lauro Golf es el 11, un par tres corto pero con una entrada a green muy estrecha por la presencia de un bosque de pinos centenarios que lo protegen. Todo Lauro Golf está basado en la integración del campo de golf en la naturaleza y este hoyo lo representa. El diseño del mismo se basa en una entrada compleja, por un único pino situado unos 20 metros por delante del green. El vuelo de la bola debe solventar el árbol o bien entrar por la estrecha entrada que deja, dependiendo de la posición de bandera.

Según cuenta el gerente del complejo, Carlos Pitarch, un búnker a la derecha del green y el propio bosque amenazan al jugador quien creerá estar enfrentándose a uno de los hoyos más fáciles del Lauro y, sin embargo, deberá estar concentrado para apuntarse un buen resultado. La anécdota de este hoyo, que lleva el nombre del torero Marcial, consiste en que fue diseñado por Folco Nardi sobre el terreno durante la construcción del campo, ya que originariamente estaba proyectado como par cuatro pero ello requería la tala de un buen número de pinos de considerable altura y valor. Finalmente, el diseñador no taló ni un sólo árbol adaptando el hoyo 11 al entorno, donde no resulta extraño la presencia de conejos, patos, garzas e incluso águilas.
Antequera Golf: un drive entre lagos y con la panorámica del Torcal

Antequera no sólo destaca por su patrimonio cultural, histórico y gastronómico, también se ha convertido en todo un referente en cuanto a golf. La localidad cuenta con un campo en pleno centro geográfico de Andalucía, rodeado de olivos y con vistas a la vega y a las montañas que preceden al paraje de El Torcal. En su entretenido recorrido de 18 hoyos ideado por el dos veces ganador de la Ryder Cup, José María Cañizares, destaca el 13, único en el diseño de campos de golf, según apunta el director de Antequera Golf, Víctor Casado.

Al pie del Parque Natural de El Torcal, Patrimonio de la Humanidad, el hoyo 13 (par cuatro) tiene tres lagos conectados entre sí, dos de ellos justamente enfrente del tee de salida, por lo que hay que tirar el drive por encima de ellos. Hay un área de caída para la bola y el segundo golpe al green está a unos 120 metros, pero delante se encuentra el tercer lago.

El green está diseñado con desnivel, caídas y trampas de arena alrededor para darle un toque único. Es apreciado por los jugadores por la belleza lograda en esta calle, por su autenticidad, por su dificultad y por su tecnicidad.