MIGUEL ÁNGEL JIMÉNEZ, EMBLEMA GOLFÍSTICO DE LA COSTA DEL SOL

La figura española del Masters de Augusta, el malagueño Miguel Ángel Jiménez, que pudo haberse convertido el domingo a sus 50 años en el jugador de mayor edad en ganar el famoso torneo norteamericano (acabó cuarto), es todo un emblema para la Costa del Sol.

 

Jiménez, el jugador en activo de más edad en ganar en el Circuito Europeo, no duda incluso en arriesgar su propio dinero con tal de promocionar el golf costasoleño y del resto de Andalucía. El carismático jugador amante de los puros habanos y del buen vino español ha corrido con la organización de las cuatro últimos ediciones del Open de Andalucía, torneo oficial del Circuito Europeo, que se ha jugado mayoritariamente en la Costa del Sol.

 

Y es que siempre ha mantenido que quiere devolver a su tierra natal al menos un poco de todo lo que el golf le ha dado y por eso siempre que puede ayuda a promocionar este destino turístico de golf, líder en Europa.

 

Otra importante inversión que el malagueño de Churriana ha realizado en la Costa del Sol es la escuela de golf que lleva su nombre, ubicada en Torremolinos y que se inauguró el año pasado. El diseño de los nueve hoyos pares tres de esta escuela son obra suya, al igual que el rediseño de varios hoyos del campo malagueño Guadalhorce, en el que acostumbra a entrenar durante sus estancias costasoleñas. En el extranjero es autor del diseño completo de los campos de Diamon Country Club (Austria) y Prosper Golf Club Celadna (República Checa).

 

Jiménez, que en los torneos no pierde ocasión para difundir entre los medios de comunicación internacionales las bondades del golf costasoleño, empezó en este deporte con 14 años haciendo de caddie los fines de semana porque había que echar una mano en casa, donde había muchas bocas que alimentar (son siete hermanos). Con 15 años dejó el colegio y se dedicó de lleno al golf como caddie y empezó a hacer sus pinitos en el campo de prácticas.

 

En 1982 se hizo profesional y, tras cumplir el servicio militar, en 1985, con 21 años, comenzó a dedicarse en serio a la competición. Amante de los coches veloces, especialmente de la marca Ferrari, el jugador malagueño, a sus 50 años, sigue practicando con ahínco para no perder sus oportunidades de volver a reverdecer laureles victoriosos en el Circuito Europeo, donde ha cosechado veinte triunfos individuales e igual número en competiciones por equipos.

Jiménez es padre de dos chicos, Miguel Ángel (1995) y Víctor (1999), que apuntan buenas maneras golfísticas, si bien son conscientes de que llegar al nivel deportivo de su padre va a ser una tarea casi imposible.