The Open Championship. TIGER WOODS TOMA CONTACTO CON HOYLAKE

A Woods le ha gustado siempre jugar las vueltas de entrenamiento de los grandes lo más temprano posible. El año pasado pidió salir a las 6,40 de la mañana en Muirfield y le contestaron que tenía que esperar hasta las 7 porque estaban preparando el campo.

Este martes ha salido a las 7,10 con Hunter Mahan y el campeón de 2001 David Duval.

Woods levantó aquí su tercera jarra de clarete en 2006. Ese año el links de Hoylake estaba seco y duro como una piedra y solo pegó un drive en 72 hoyos.

El ex número uno del mundo no ha ganado un grande desde el Open USA de 2008. Este año se ha perdido los dos primeros por una operación de espalda el 31 de marzo.

Volvió a la competición a finales de junio en Washington y, aunque esa semana falló el corte, encara el Open Británico con optimismo.

«Estoy encantado de volver a Hoylake», declaró. «Llevo ya tres vueltas y me han tocado tres vientos distintos, así que he aprendido mucho.

«He visto algunos cambios desde 2006 y el campo está algo más blando. En 2006 la bola salía disparada y había mucho polvo. Esta semana se marcan los piques en los greenes.

«El sábado el campo rodaba mucho pero con la lluvia del domingo se puso más largo y las bolas aguantaban en green. Hoy los greenes estaban más rápidos y creo que estarán así toda la semana.»

Cuando le preguntaron con qué puesto se conformaría el domingo contestó: «El primero, como siempre.»

Sin embargo reconoce que cada vez va a ser más difícil ganar grandes y acercarse a los 18 de Jack Nicklaus.

«Cada año es más difícil porque el nivel no para de subir. Lo chicos que van llegando son más grandes, más fuertes, más rápidos y más atléticos.

«Cuando yo empezaba creo que mi media de drive eran 271 metros. El domingo Gary Woodland me contó que con su nueva combinación de driver y bola llega a pegar 293 de vuelo.

«El golf ha cambiado mucho.»