Pedro Lasuén cambia la Costa del Sol por Asturias como escenario de su nueva novela

Asentado en la Costa del Sol, en donde diversos informes internacionales señalan la existencia de no menos de un centenar de mafias internacionales, Pedro Lasuén asombró con sus tres primeras novelas: “Tal Vez”, “Quizá” y “A lo mejor”. Ahora acaba de sacar la cuarta, “Es posible” (Amazon, 227 págs.), en la que cambia el sol y la calidez del clima y las playas costasoleñas por los paisajes verdes de una Asturias, no por fascinante menos susceptible de ser escenario de sus tramas negras, donde la corrupción, el chantaje y el asesinato son herramientas de poder que utiliza la delincuencia y el crimen organizado allá en donde ve horizontes de negocio. 

A tenor del final de su tercera novela, este cambio podría interpretarse como una huida del protagonista de sus tramas, un periodista de investigación español, pero que firma sus reportajes en varios de los más importantes medios del mundo con el pseudónimo de Jack White. 

Este no ve ese cambio radical del sur al norte de España como tal huida. Después de abandonar la Costa del Sol sin rumbo fijo, lo que pretende Jack White al desembarcar en Asturias es olvidar, tal ha sido la impronta que le han dejado en el alma la profundidad de las tramas en las que se ha visto envuelto, incluidos varios atentados, uno de los cuales ha estado a punto de mandarle definitivamente a servir de abono orgánico a la tierra. 

Pero, como ya es habitual en sus relatos, mientras descubre una tierra hermosa, Jack se mete de lleno y sin querer en otro problema, aunque esta vez no está solo. Después de las anteriores novelas, la saga de Jack White recobra vida con un protagonista en su pleno esplendor. En esta cuarta entrega, Pedro Lasuén imprime su sello personal, en el que mezcla a velocidad de vértigo notables dosis de humor y acción y, como de costumbre también, sorprende con una trama tan real como original. 

El que fuera durante veinte años periodista en la cadena paneuropea de noticias Euronews, y después corresponsal en África de la agencia Efe y director de medios de la Federación Internacional de Judo, no siente nostalgia alguna del pasado, aunque le haya proporcionado vivencias y experiencias únicas que derrama en grandes dosis a lo largo de sus tramas. 

¿”Es posible”, tu cuarta novela, es un giro radical en la saga?

Tenía claro que los personajes principales de la saga necesitaban evolucionar, y así ha sido. Confieso que ha sido la novela en la que más he disfrutado y con la que más me he reído. Creo que el humor, que al fin y al cabo es universal pese a sus derivaciones locales, regionales y nacionales, es un ingrediente fundamental, al menos es la sal y las especias que sazonan mi escritura. 

Habiéndote leído las cuatro novelas doy fe de ello. También de otra característica, que es cómo salpicas tus novelas de hechos o acontecimientos de anticipación. Muchas cosas que parecían ficción han terminado por ocurrir. 

Hay cosas que me parecían evidentes entonces y que se han revelado ciertas después. No hay una fórmula mágica, se trata de leer constantemente y estar al corriente de lo que sucede en el mundo. Por mi profesión anterior he aprendido a contextualizar y analizar todo lo que ocurre, especialmente en aquellos sectores y lugares por los que más me intereso. No es tan difícil introducirlo después en mis tramas. Lo complicado, a la vez que lo más fascinante, al menos para mí, es no repetirse e inventar tramas nuevas. 

Fuente: Atalayar