Por Basilio Rogado
Las declaraciones de Miguel Ángel Jiménez pidiendo la dimisión del Gobierno por mentir a los españoles (ver su crítica en esta misma web), merecen un romance de Basilio Rogado.
I
Es Jiménez y andaluz,
no es Curro, ni bandolero,
que se llama Miguel Ángel
como el arcángel eterno,
como el pintor de capillas,
genio del Renacimiento.
Es un gran embajador
que va por el mundo entero
derrochando su alegría,
jugando al golf con esmero
y poniendo a Andalucía,
en un arranque torero,
en medio del redondel
de este mundo traicionero.
II
Ciudadano del mundo,
un incansable viajero,
el Pisha, en Santo Domingo,
donde reside, por cierto,
hasta que acabe el mal sueño,
y así volver bien despierto.
Llegó desde California
donde jugaba un torneo
para estar dos semanas
de retiro solariego.
Pero le pilló este virus
tan falso y tan traicionero,
como el Gobierno de Sánchez,
a decir del malagueño.
Porque desde ese lugar,
de solaz y esparcimiento,
al que muchos españoles
suelen ir como “golferos”
El Pisha pidió a gritos:
“Dimisión para el Gobierno”
por decir tantas mentiras
y por dejarnos en cueros
ante un virus tan potente
que a miles deja los muertos.
III
Ha soltado por su boca
todo lo que lleva dentro:
que los muchos españoles
que vivimos este averno
nos sentimos engañados,
tanto fuera como dentro
-algunos, quizá no tanto,
porque son unos ingenuos
y persiguen un poder
que les nubla el intelecto-.
Nosotros aquí, tan lejos,
dice el Pisha con respeto,
con nostalgia y sentimiento,
podemos, en fin, movernos,
pero en esa piel de toro,
cada casa es un infierno.
Aquí podemos salir,
y hasta darnos un paseo,
pero en España, los niños
no pueden con tanto encierro
y en los asilos de ancianos
fallecen cientos de viejos
a los que nadie reclama.
No hay quien vele a sus deudos,
como si en una cuneta
se quedaran los recuerdos
después de toda una vida
de pesares y desvelos,
igual que en aquella guerra
que enfrentó a nuestros abuelos.
IV
Con años de veterano
cumplidos allá en enero,
el Pisha, que así le llaman
todos en el mundo entero,
no está dispuesto a perder,
ni en el bingo casero.
Ya es el más “anciano”
de los que ganan torneos
y seguirá, viaje a viaje,
cuando le deje el veneno,
y así dar a los hispanos
noticia de nuevos premios.
Para que lo sepan todos:
Andalucía, lo primero,
y allí, en el campo andaluz,
empezó a ganar dinero:
cuando era muy pequeño
no en trabajo de labriego,
sino de Caddy andador,
que era un oficio pionero
para ayudar en su casa
y pagar así al tendero.
V
Claro que eran otros tiempos,
a la derecha, los fueros
y Miguel, más a la izquierda,
y, de por vida, rojero,
con su bandera escarlata,
siempre en el candelero,
diciendo a los cuatro vientos:
las verdades del barquero.
El mecánico le dicen
los del Circuito Europeo
porque le gustan los coches
más que el mar a un bucanero.
Ahora, lejos de España,
no ha cambiado de modelo,
de persona, ni de Credo.
Incluso sin practicar
y con greenes en silencio,
el Pisha sigue tan firme,
tan seguro y tan sereno
como cuando gana un premio.
y se fuma un puro luego.
ESTRAMBOTE
A la hora de opinar
y, por Dios, que bien lo ha hecho,
no se deja avasallar:
“Gobierno, dimisión,
por querernos engañar”.
En este Canal Sur nuevo,
ha podido censurar
lo que en el otro, seguro,
habrían querido silenciar.
Contra este gobierno huero,
El Pisha, que buen rapaz,
no se ha querido callar
y sin pelos en la lengua
ha optado por criticar
una nefasta gestión
que nos lleva a naufragar,
con un grito que le sirve
para poder denunciar
al que ni hace, ni deja
al que nos quiere arruinar
porque no saben, ni pueden
a este país gobernar.