ROMANCE DEL RUFIÁN
Por Basilio Rogado
I
Si creían que en España
no cabía un tonto más,
se habrán caído del guindo
al escuchar a un Rufián,
el charnego agradecido,
que pasa por catalán,
aunque sus ocho apellidos
nunca podrán ocultar
que sus ancestros llegaron
de Jaén y de Graná.
II
Con tantos miles de muertos
sin poderlos enterrar,
luego de muchas mentiras,
de tanto rectificar,
resulta que los culpables
de todo este carajal
“somos los que jugamos
a ese deporte infernal,
el golf que es cosa de viejos,
ricos, fachas y demás”.
Esa es la gran mentira
que han dado en conjugar
todos estos políticos
que no saben gobernar,
no paran de engañarnos
y buscan culpar a otros
sin saber de lo que hablan,
solo para molestar
y para agradar a aquellos
que se dejan embaucar
por personas iletradas
y de un nivel que no alcanza
la cultura general.
Si millones de personas
juegan a nivel mundial
algo tendrá este deporte
para ser tan popular.
III
Este Rufián sustantivo,
mentiroso y demencial,
perverso, despreciable,
ignorante y criminal,
hace honor a un apellido,
que en su rama familiar
debe llevar con orgullo
-al menos eso colijo
y me puedo equivocar-
el resto del personal.
Pero en toda casa decente
es muy fácil encontrar
garbanzos de otro color
al que es habitual.
En el caso de este tipo,
un verdadero truhan,
que no da un palo al agua
pero gana un dineral,
no por su cara bonita,
sino por su condición tribal,
solo por ser afiliado
de un partido que debiera
ser declarado ilegal,
y para hacerse perdonar
que sus padres y abuelos
-y reitero una vez más
por si alguno, despistado,
no se ha querido enterar-
llegaron de Andalucía,
de Jaén y de Graná.
IV
¡Qué sabrá este ignorante!
que quiere independizar
a una región española,
llamada Comunidad,
en estos tiempos que cambian
que es una barbaridad;
de lo que no se da cuenta
este pseudo catalán,
es que a la España de siempre
no la puede separar,
ningún independentista
tan mezquino y tan falaz.
Para que se entere el tipo,
que no sabe de qué va,
El golf también lo jugaron
Fidel y el Ché -casi ná-:
y lo practica la gente
porque es deporte genial,
saludable y ecológico,
alarga mucho la edad,
evita ir a hospitales
cuando no hay necesidad
y sirve para el aumento
de la relación social.
V
En lugar de maldecirlo
y del golf hablar tan mal,
deberían los Gobiernos
su actividad fomentar,
creando campos públicos
para dar facilidad,
a las muchas personas
que quieren empezar y
no cuentan con recursos
para poderse asociar
a un Club de los privados
que cuestan un pastizal,
que todo hay, y es cordura,
en la Viña Señorial.
El golf es para esos “ricos”
que tienen un capital,
y también para esos otros
que son muchos, muchos más,
pero no se mide en euros,
no cuesta un dineral
y solo a los ancianos
les sobra en cantidad:
el tiempo, que ese si es oro
para poder practicar,
porque son muchas las horas
que se invierten en jugar
cuando el futuro viaja
tan deprisa hacia el final.
V
Pero ahora que los viejos
mueren en soledad,
porque la eutanasia llega
de manera natural,
y ni siquiera el Congreso
ha tenido que votar
para hacer una Ley
que nos de la dignidad
a la hora de marcharnos
camino a la Eternidad,
llega este rufián desalmado
que se apellida Rufián,
que hace honor a su nombre
y a su ignorancia vital,
comparando a los golfistas
con la gentuza amoral
que intenta con malas artes
a esta España extraviar.
Preocúpese de la gente,
a la que hay que salvar
de tantos muertos que deja
este Gobierno falaz
al que solo por interés
apoyan los de su clan.
Métase en otros asuntos
dejen ya participar
a esos otros catalanes
Que también van a votar,
Aunque sea diferente
Su manera de pensar.
Denle voz a ese silencio
impuesto con mezquindad
y deje de hablar del golf.
O MEJOR, SI ES POSIBLE, POR FAVOR, DEJE DE HABLAR