Guardar las bolas de golf puede parecer algo intranscendente.
Pero realmente no es así para que tus bolas de golf tengan una mayor vida útil y sobre todo aseguren tu juego en el campo hay que tener en cuenta dos factores. Humedad y temperatura.
1/ Humedad
La humedad es uno de los peores enemigos de la bolas de golf. La propia USGA recomienda que las bolas de golf se guarden en un sitio seco y donde no estén expuestas a la humedad.
Las bolas de golf contienen elementos que absorben la humedad. Por lo que si se almacenan en un sitio con un grado importante de humedad como un garaje en la parte Norte de España, poco a poco su rendimiento en el campo de golf se verá perjudicado.
Y sobre todo sus materiales se irán deformando y ya no volará de forma tan recta como debiera. Hay que recordar que las bolas de golf absorben agua y se hunden. Si se pone una bola en un tazón con agua, en unas 12 horas estará en el fondo porque absorbió mucha agua.
2/ Temperatura
La temperatura es el otro factor determinanta en el almacenamiento de una bola de golf. Y en este caso el frío o el calor afectan de una manera totalmente la vida útil de una bola de golf.
El frío es mejor que el calor para guardar una bola de golf. La razón es que las bolas de golf, se deterioran con el tiempo debido a reacciones químicas que tienen que ver principalmente con el oxígeno atmosférico. Y las temperaturas más bajas ralentizan esas reacciones.
Cuanto más fría se pueda almacenar una bola de golf, menos se descompondrá.
¿Se pueden guardar las bolas de golf en el congelador?
La respuesta es sí. Se pueden guardar las bolas de golf en el congelador y durarán más.
Para probar esta afirmación en la USGA realizaron el siguiente experimento. Tomaron dos bolas de golf idénticas. Una había estado en el congelador desde el 2009. La otra en un ambiente seco pero temperatura ambiente durante el mismo período.
Un robot lanzador se encargó de hacer ambos golpes para que las condiciones fueran completamente iguales.
El resultado fue que la bola almacenada a temperatura ambiente perdió el 1 por ciento de su velocidad original. Mientras que la bola almacenada en el congelador perdió el 0,4 por ciento de su velocidad original.
Claramente la bola almacenada en el congelador funcionó un poco mejor. Aunque la diferencia es probablemente demasiado pequeña para que un golfista promedio la note, no obstante, es una diferencia.
Mucho frío tampoco es bueno para una bola de golf. Cuando se llega a los -60 grados centígrados sucede lo que se conoce como «transición vítrea». En estas temperaturas los materiales amorfos como los uretanos de las bolas de golf se vuelven quebradizos. Los congeladores domésticos no son capaces de llegar a esas temperaturas por lo que no hay nada que temer.
Las diferencias de temperatura realmente no afectan
En cuanto a los cambios de temperatura, como la mayoría de los materiales, las pelotas de golf se expanden y contraen con el calor y el frío. Que nosotros sepamos no hay ninguna investigación que demuestre qué eso es malo para las bolas de golf.
El núcleo de caucho que se usa en los núcleos de las pelotas de golf se usa mucho en los neumáticos, y en algunos balones. Muchas cubiertas de las bolas usan Surlyn, que se usa en botas de esquí y también en las suelas de las zapatillas deportivas. El uretano, que se utiliza en las cubiertas de bolas premium, se utiliza en parachoques y revestimientos de automóviles.
Por experiencia propia hemos visto que muchos de estos artículos pueden pasar de una temperatura alta en verano a a una temperatura bajo cero en invierno y viceversa durante muchos años sin problemas. Y esto es igual de aplicable para guardar las bolas de golf.
El calor extremo afecta la conservación de las bolas de golf
Cuando se trata de la temperatura, el calor es peor que el frío para guardar las bolas de golf. El almacenamiento de bolas de golf en ambientes calurosos de más de 27 grados centígrados no es aconsejable.
Por un lado algunos materiales pueden ablandarse y deformarse permanentemente, afectando el golpe y el vuelo de la bola. Por otro lado la goma envejecerá un poco más rápido.
Frío y seco está bien, así que si alguien desea almacenar las bolas en el congelador junto a los cubitos de hielo. está bien. Es importante llevar las bolas de golf almacenadas en el congelador a temperatura ambiente antes de ponerlas en juego. El almacenamiento no es lo mismo que el rendimiento, y las bolas de golf funcionan peor cuando están frías.
Para resumir, hay que protegerlas de la humedad y evitar exponerlas a cambios bruscos de temperatura. En pocas palabras: mantenga sus bolas de golf secas y cómodas. Así de simple.