Mantener un campo de golf en perfecto estado es realmente caro.
Como golfistas a veces nos quejamos del campo. Fallamos un putt e instintivamente tocamos el green, apisonando una marca de bola elevada que solo nuestro ojo puede ver.
Si un golpe se va fuera de la calle es probable que comentemos sobre la consistencia del rough. Irregular, quemado, pisoteado son adjetivos que se nos vienen a la mente. A veces incluso en el bunker puede que no haya suficiente arena para poder golpear bien la bola.
Pero normalmente no nos hemos parado a pensar el costo del mantenimiento del campo en que estamos jugando. Y es que mantener un campo de golf normal tiene un costo importante.
Podemos hablar de unas cifras anuales que van de los 400.000 Euros hasta más de un millón para conseguir un recorrido minimamente aceptable para jugar bien. Por supuesto no es lo mismo en campos de golf del Norte de España donde los inviernos son más duros y las temporadas más cortas, que campos situados en parajes donde apenas hay agua pero hay las condiciones climáticas son mejores, como es el caso de los campos del sur.
La mano de obra es lo más costoso
Como en casi todos los negocios la mano de obra incide de una forma importante. Normalmente representa entre un 50 o 60 por ciento del costo total.
Por eso los gerentes de los campos de golf y los greenkeepers siempre estan buscando formas para conseguir ahorrar . Ellos mismos son conscientes de que no se puede gastar menos y esperar exactamente el mismo producto. Hay que sacrificar algo en el proceso.
Por ello si los costos, inevitablemente, van a ser altos y la manos de obra necesaria, es importante analizar donde se emplea mejor ese dinero. La respuesta esta en los greens.
Los greens son el elemento esencial de cualquier campo, pero debido a la mano de obra y el equipo, también son los elementos más caros de mantener. Todos queremos greens firmes y rápidos. Este nivel de golf se logra cortando, pasando la máquina que apisona el césped y regando a mano los greens. De esta forma se evita que se quemen. Todo este trabajo lleva mucho tiempo y es caro. Tanto es así que están llegando al mercado robots para hacer este tipo de trabajo.
Sin embargo, tener greens perfectos y rápidos para que rueden bien las bolas es muy importante. Pero si los greens son demasiado rápidos esto hace que el juego de un grupo se retrasa en siete minutos de media. Es decir los clubes que buscan bajar el tiempo de las vueltas a menos de cuatro horas deben lograr greens que ofrezcan velocidad, pero no demasiada.
Incluso la USGA ralentiza los greens en algunos campeonatos. La ecuación entre lograr hoyos desafiantes, que enganchen al golfista y no entorpecer el ritmo normal de las partidas es muy delicada.
Cortar el rough también tiene su técnica
Determinar con qué frecuencia cortar el rough es, obviamente, un cálculo importante en lo que respecta al costo. Pero también lo es qué tan alto dejarlo crecer. La consecuencia, es que cada vez que el rough esta alto y se corta a más de siete centímetros, el juego se ralentiza. Eso penaliza el resultado final.
No todos los clubes de golf son iguales. Los hay grandes y pequeños. Ubicados en grandes ciudades o en resorts de gran lujo, o bien en capitales de provincia con presupuestos más modestos.
Lógicamente que los clubes privados, que cuentan con presupuestos más grandes, gastan su dinero de manera diferente. Normalmente invierten en más empleados y equipos.
Detalles que añaden valor al activo que representa el campo de golf en si. Por ejemplo, contratar a un horticultor para que se encargue del paisajismo. O bien tener algunos jardineros asignados para rellenar los huecos de las calles.
Un lujo que los campos pequeños o municipales no pueden permitirse, sin que se disparen las cuotas o el costo de cada vuelta.
60.000 rondas y 3 torneos profesionales.
Tomemos el ejemplo de un campo que todos hemos visto en televisión. Pebble Beach es un campo público donde se juegan más de 60,000 rondas anualmente.
Además de esto , se organizan tres torneos profesionales: AT&T, TaylorMade Pebble Beach Invitational y el PURE Insurance Championship.
Su director de mantenimiento, Chris Dalhamer, explica que cuentan con una gran experiencia. Por ello son capaces de lograr que el campo no se ralentice en febrero mientras se juega el AT&T Pebble Beach Pro Am Golf Tournament.
Su equipo consta de 28 personas y para el US Open de 2019 contrató a seis personas más. Además contó con la ayuda voluntaria de alrededor de 100 asistentes y superintendentes de los mejores campos de todo Estados Unidos para este evento.
Así que podía darse el lujo de enviar a una persona a regar el green con una manguera para que estuviera perfecto.
Pero no todos los clubes de golf del mundo pueden cobrar más de 600 dólares por green fee. Así que la próxima vez que veamos la hierba un poco más alta de lo que debería ser, tendremos que concentrarnos mas en nuestro swing.