Altos niveles de cobre podrían provocar la denominada «quiebra cúprica» generando así precipitados que de esta manera reducen la calidad y seguridad de los vinos de cara a los consumidores. Generalmente, en el sector vitivinícola se realiza un tratamiento antifúngico a las uvas empleando sulfato de cobre.
Ello, unido a la interacción de los mostos y vinos con cobre metálico, puede aumentar los niveles de este metal en el producto final.
Muy sencillo de usar
¿Qué hace el polímero creado por los investigadores? Este permite cuantificar los niveles de cobre a lo largo de todo el proceso de fermentación de forma rápida y sencilla.
Se presenta en forma de film y, en contacto con el metal, sufre un cambio de color. Mediante una fotografía del film coloreado, el usuario puede conocer el valor de la concentración de cobre en la muestra.
El procedimiento es una alternativa viable a los que se emplean en la actualidad, siendo el más habitual la espectroscopía de absorción atómica. Otra ventaja es que el material es totalmente selectivo, en muestras de mosto y vino.
Por lo que solo experimenta un cambio de color cuando este metal está presente. Y, al no ser necesario el uso de equipamiento avanzado, no requiere de personal especializado.
Fuente: Excelencias Gourme