
Hemos descubierto como pasan los golfistas profesionales sus vacaciones.
Mientras todos estábamos celebrando la Navidad, los jugadores del Tour pasaron esas semanas trabajando duro.
Hay que recordar que los profesionales tienen de vacaciones el tramo de tiempo que va desde el RSM Classic del mes de noviembre hasta el Sentry de principios de Enero.
Así que si un jugador desea mejorar alguna técnica o cambiar un movimiento estas semanas son su las que tienen de tiempo.
Algunas de las cosas que hacen, como Bryson DeChambeau trabajando en su cuerpo, son bastante obvias. Pero puede que te sorprenda algo de lo que constituye un día fuera de temporada.
1. La recuperación es el elemento más importante.
Debido a como funciona el calendario ahora de vuelta, y tras los viajes por el mundo, los jugadores están agotados a finales de noviembre. Es mucho golf y mucho estrés. Por ello, al comienzo de las vacaciones muchos profesionales se relajan.
Buscan no hacer nada o realizan actividades con la familia que les permitan recargar las pilas. Desde salir a caminar por el campo, hasta pescar en su bote.
Esto no significa descuidarse a nivel físico. Volver a recuperar la calma, descansar la mente y aplacar los dolores y molestias generales es el trabajo número uno. Esto es lo mas importante para los veteranos y los profesionales con familias, ya que básicamente han estado fuera de casa todo el año.
Desde nuestra óptica, podemos pensar que no es tan difícil, viajar a un torneo, competir y la próxima semana viajar a otro torneo y competir. Pero después de cuatro o cinco semanas nos daremos cuenta de que es un proceso bastante agotador.
2. Volver a unos pocos conceptos básicos.

Al finalizar la temporada, es tentador sumergirse en todas las estadísticas y volverse loco tratando de descubrir exactamente donde estuvieron los fallos. Y sobre todo buscando cómo desarrollar las debilidades para la próxima temporada.
Aunque eso es importante, normalmente los profesionales confían en sus entrenadores para enfocarse en uno o dos problemas que tienen alta incidencia en los golpes que buscan mejorar.
Puede ser la postura, la posición de la bola, la puntería o incluso elementos básicos del swing. Cosas básicas que los jugadores amateurs, pues pueden pensar que son aburridas y están superadas.
Ese es el momento de practicar, practicar y practicar. Juegan hasta que recuperan su forma habitual y han corregido los errores. A partir de ahí, comienza la estratégia de la nueva temporada.
3. Encontrar un nuevo desafío.
Los golfistas profesionales son atletas hiper competitivos. Siempre están preparados para jugar y ganar. Por ello son capaces de absorber una gran cantidad de información.
Así, en consenso con sus entrenadores, programan la estrategia para la nueva temporada. Torneos, premios en metálico y campos que dominan más o menos. Una ecuación que hay que resolver para ser mejores que los demás y obtener resultados óptimos.
Con la estrategia definida los entrenadores van a diseñar entrenamientos especializados. Los profesionales antes de acabar sus vacaciones buscan reafirmar su juego.
Desde trabajar con el putt cerca del hoyo, hasta ganar distancia con el drive o salida de bunkers. Las estadísticas de la temporada pasada son reflejo de los errores y aciertos.

El trabajo sobre los errores a través de rutinas específicas ayuda al profesional a lograr un juego más homogéneo y acrecienta sus posibilidades de ganar.
Algunos entrenadores incentivan esto al extremo con apuestas económicas. Si el jugador no es capaz de lograr un 70% de aciertos o más en la rutina tienen que sacar la billetera y pagarle al entrenador una suma importante de dinero.