El Turismo Gastronómico es muy importante. Las personas pueden omitir viajar pero no dejar de comer. La gastronomía y el turismo gastronómico dependen del sistema alimentario de la humanidad y sus cadenas alimentarias de producción, suministros, valor…
El cierre de fronteras por la COVID-19 es un problema exponencial que pone en riesgo la soberanía y seguridad alimentaria para el turismo y la sociedad mundial. Los efectos negativos impactan de manera directa en los 5 sectores económicos mundiales. Y los países más afectados serán los que tengan déficit comercial en su balanza de exportaciones e importaciones.
El Turismo cambiará
El turismo es considerado una fuente de riqueza y ahora también de muerte. Pues 8 de los países con más visitantes en el año 2019, están entre los 10 con más contagios. La pandemia ha evidenciado la falta de planes de contingencia para prevenir, enfrentar y proteger de las adversidades a la comunidad receptora, a turistas, establecimientos, destinos turísticos.
La improvisación en la planificación sostenible sin agendas multidisciplinarias e interdisciplinarias ha provocado crecimiento desordenado, inseguridad social, alimentaria, turística… La COVID-19 está cambiando dramáticamente las necesidades, motivaciones y condiciones del viaje. Las comunidades han tomado el control, negando la entrada al turismo como medida de seguridad para evitar contagios.
La FAO (por sus siglas en inglés Food and Agriculture Organization) advierte que «los países han cerrado la economía para desacelerar la propagación del coronavirus. Los estantes de los supermercados permanecen abastecidos por ahora. Pero una prolongada crisis pandémica podría poner presión rápidamente en las cadenas de suministro de alimentos.
Esta es una compleja red de interacciones que involucra a agricultores, insumos agrícolas, plantas de procesamiento, transporte marítimo, minoristas y más. Debido al cierre de fronteras y puertos, los obstáculos logísticos podrían interrumpir las cadenas de suministro en las próximas semanas. El suministro de productos básicos y los cultivos deben transportarse a donde más se necesitan. Restringir el comercio no solo es innecesario, dañará a los productores y consumidores e incluso creará pánico en los mercados».
¿Cómo evitar contagiarse por el consumo de alimentos?
Labromatología es considerada la ciencia de los alimentos, poco conocida a pesar de ser indispensable para el manejo de alimentos en cualquier punto de producción, traslado, compra y consumo. Estudia en profundidad todo lo relativo a su composición, nutrientes y otras sustancias, características fisicoquímicas, cualidades organolépticas (sabor, olor, textura, aspecto, color, etc.), comportamiento en cuanto a producción, manipulación, elaboración, conservación e incluso en cuanto a aspectos sanitarios.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) informó que «no existen estudios que puedan confirmar que los alimentos sean una vía de contagio de Coronavirus. Hasta la fecha, no hay reportes de casos de transmisión del virus por la ingesta de algún alimento. No obstante, respecto a esto, son necesarias más investigaciones que permitan contrastar estos resultados y establecer una conclusión firme». Esta y múltiples problemáticas seguirán emergiendo con los avances de la pandemia.
¿Cómo enfrentar el apocalipsis alimentario de la humanidad?
Nadie puede pronosticar el fin de la pandemia por la COVID-19. Esta ha traído entre otras consecuencias en el sector del turismo gastronómico, el cierre de una gran cantidad de restaurantes, bares, cafeterías y establecimientos de alimentos. Tanto por falta de clientes como por las restricciones del gobierno. Y principalmente por la falta de competitividad, competencias, innovación, tecnología y certificaciones de manejo higiénico en alimentos para llevar, entrega a domicilio y servicios de eventos, banquetes y/o caterings a un número legalmente permitido de clientes.
La falta de resiliencia (la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos, RAE) en la gastronomía y el turismo gastronómico exige para su recuperación una regeneración (dar nuevo ser a algo que degeneró, restablecerlo o mejorarlo, RAE) sostenible y competitiva con una profunda transmutación social y espiritual, buena gobernanza y un sistema alimentario sostenible, innovador e inteligente.
Cadenas productivas y seguridad alimentaria
Un sistema alimentario sostenible, según la FAO, «es aquel que garantiza la seguridad alimentaria y la nutrición de todas las personas. De tal forma que no se pongan en riesgo las bases económicas, sociales y ambientales de estas para las futuras generaciones. Esto significa que siempre es rentable, garantizando la sostenibilidad económica; que ofrece amplios beneficios para la sociedad, asegurando la sostenibilidad social; y que tiene un efecto positivo o neutro en los recursos naturales, salvaguardando la sostenibilidad del medio ambiente». El sistema alimentario y gastronómico es muy complejo, ya que integra diversas cadenas alimentarias de producción, suministros y valor.
Según la FAO, las cadenas productivas alimentarias cubren todas las etapas de la producción agropecuaria de alimentos, siendo el proceso de una serie de acontecimientos que van desde la producción a la transformación, la comercialización, la distribución y el consumo.
Literalmente, «del campo a la mesa». Para llevarlo a cabo se requiere de la cadena de suministros que sigue atañendo principalmente a la optimización del flujo de productos y servicios a través de la logística. El valor añadido se percibe como la diferencia entre los costos, gastos de producción y el suministro de un producto alimentario y el precio máximo que el consumidor está dispuesto a pagar por ese producto.
Por ejemplo, un producto con una imagen más ecológica, sostenible e higiénica puede representar un valor más elevado para los consumidores y diferenciar (positivamente) el producto en el mercado.
Fuente: Excelencias Gourmet