UN DESCONOCIDO JIM HERMAN SE LLEVA EL WYNDHAM

Jim Herman un golfista deconocido para todos acabó primero en el torneo Wyndham en Greensboro, Carolina del Norte.

Mientras todos estaban ocupados enterrando a Brooks Koepka hace una semana en el Campeonato de la PGA, Jim Herman se convirtió en protagonista.

Tanto así, que el desastroso 74 de Koepka en el TPC Harding Park no solo le costó la oportunidad de un hat trick si hubiera ganado su tercer campeonato, sino que durante la ronda final solamente estuvo por encima de un jugador. Ese golfista fue Herman, quien había firmado una tarjeta de 75 golpes.

Un héroe improbable

Este resultado era indicativo de lo que ha sido la temporada desastrosa para un veterano, al calificar de ser el perdedor de la PGA. Esto se debe a que el mejor resultado durante este año para JIm Herman fue un T-27 en el Sentry Tournament of Champions. Y eso en un torneo que contaba con tan solo 34 jugadores. Después de la pausa por el Covid-19 había perdido tres de cuatro cortes, antes de caer al final de la clasificación en Harding Park. Y el propio jugador era muy consciente de que cuando su nombre aparecía en la prensa era con una luz poco halagadora.

Puntadas de genialidad

Para quien se pregunte como Herman logró entrar tanto en Sentry como en PGA. Fue gracias a su victoria el año pasado en el Campeonato de Barbasol, una victoria que salió de la nada, y fue precedida por 12 cortes fallidos en 14 torneos. Incluso su victoria en el Abierto de Houston de 2016, donde pudo con Henrik Stenson y logró hacerse con un Masters a última hora, fue precedida por tres de cinco cortes fallidos.

Y efectivamente, en las dos primeras rondas, los resultados fueron malos y no auguraba lo que podría suceder. Pero el sábado, el rumbo del golfista cambió totalmente. Su resultado de la tercera jornada fue de 61 golpes. Una ronda de ensueño para cualquier profesional en los primeros lugares de la PGA. Y para demostrar que no era suerte en la ronda final hizo 63 golpes con lo que superó a Billy Horschel por un golpe.

Una semana después de haber hecho un juego desastroso, Herman volvió al olimpo de los ganadores por tercera vez en su carrera. Y lo hizo jugando sus últimos 36 hoyos en 16 bajo par. Con ese resultado igualó la puntuación más baja de un fin de semana de un ganador en la historia del Tour.

El propio jugador declaró: “Sabía que tenía que bajar. No iba a ser, 4 o 5 golpes menos. Ya que no serían suficientes para mí.», dijo. «Era consciente de que necesitaba conseguir 6, 7 u, 8 menos para tener una oportunidad».

La victoria es doble, pues extiende la temporada de Herman en el último momento posible. Comenzó la semana en el puesto 192 con puntos en la FedExCup, y casi eliminado de la contienda por los playoffs. Con este triunfo inesperado pasó al puesto 54 en puntos,por lo que ahora tiene asegurado un lugar la próxima semana en el torneo The Northern Trust, y casi seguramente una particpación en el Campeonato BMW, que tiene un tope de 70 golfistas. Incluso un viaje a East Lake puede ser posible para un jugador que se perdió 11 de 19 cortes esta temporada.

Cada vez más cuesta arriba

A los 42 años, Herman sabe que está librando una batalla cuesta arriba. Los jugadores a los que se enfrenta cada semana son más jóvenes, más fuertes y logran hacer más metros de salida.

El es consciente de que tiene que aprovechar el puñado de campos que se adaptan a su juego. Además, trata de mantener a raya las molestas lesiones en el pie y la cadera. Pero cuando todo encaja Herman ha demostrado un instinto asesino para aprovechar al máximo su raras apariciones en la tabla de clasificación.

El domingo por ejemplo, se recuperó de cuatro golpes en contra para comenzar el día y superar a Horschel con un birdie en el penúltimo hoyo el sexto del día. También hay que hacer mención al eagle de 59 pies en el hoyo 5.

Ahora tres veces ganador en el Tour y está exento hasta la temporada 2023, Herman ha completado la historia de ser un jugador secundario a ser campeón. Por si fuera poco para hacer su historia más perfecta, el golfista pasó de ser un empleado del Pro-Shop a un campeón consolidado.