Todo el mundo conoce la mentalidad y forma de actuar asiática, en particular la China, la cual hace a sus habitantes tener una actitud de ser y comportarse muy diferente a los hábitos occidentales.
Como no podía ser de otra forma, esta manera de interpretar su vida se plasma tambien en todo lo que hacen y desarrollan, sobre todo en el golf, pues es un nuevo deporte que ha empezado a calar y desarrollarse muy rápidamente en este coloso asiático.
Para un jugador occidental que por primera vez vaya a China y aproveche para disfrutar de su deporte favorito, va a recibir una serie de impactantes experiencias. Una de ellas son los caddies.
Normalmente el jugador europeo está acostumbrado a jugar con la bolsa al hombro o en su defecto con carro, bien sea manual o eléctrico, pero salvo en algunas excepciones nunca en cochecito.
En China, por el contrario no sólo se va en cochecito, sino que cada jugador lleva un » llevapalos», como se llamaría en una traducción literal, o un asistente de palos.
Cabe significar que no es un caddie propiamente dicho, ya que esas personas nunca han jugado a golf, tan sólo trabajan en el club. Conocen a la perfección el recorrido, así como las caídas de los greenes, incluso a algunos de ellos en un momento dado les han explicado la distancia que se consigue con cada palo, por lo que a veces se producen situaciones un tanto sorprendentes.
En alguna ocasión me ha costado hacerles entender que por ejemplo quiero chipear con el hierro 9, o con el hierro 7. ¡No se imaginan que se puede jugar y rodar la bola con el hierro 7! Piensan que con el 7 efectuaré un golpe de 135 metros, y no cuando tan solo estoy a 20 metros de la bandera.
Como evidentemente, en su afán de servir y ayudar al jugador quieren coger inmediatamente la bola en el green para limpiarla bien, lo que ocasionan al visitante es una situación extraña, a pesar de explicárselo en multitud de ocasiones no llegan a asimilarlo, lo que así produce al golfista una experiencia difícil de comprender y por supuesto de concentrarse.
Otra de las «particularidades» de jugar en campos chinos es el asunto de las chuletas, o de los bunkers. En China no reponen chuletas, ni se rastrillan búnkers, eso lo hace, cuando lo hace, el caddie…. si hay suerte y le apetece.
Mas particularidades: El jugador chino habla constantemente por el móvil, no respeta el orden de juego, no sabe lo que significan los colores de las estacas, no sabe dropar, … Pero, eso sí, lleva el driver último modelo y va a la moda.
Como anécdota, os contaré que hace unos días estaba jugando yo con mis alumnos en un par 3, cuando uno de ellos lanzó su bola al bosque, el otro al agua, y yo a unos 7 metros de la bandera en el green.
Cual fue mi sorpresa al llegar a este, cuando veo otra bola al lado de la bandera, y compruebo que una señora se dirigía con una madera 5 ensayando mientras andaba swings. Si no la llego a explicar que con ese palo no se podía jugar allí…¡ hubiera jugado desde el green!
O cuando en un torneo ejercí de árbitro, e indiqué a una participante que en su bolsa no se podían llevar 15 palos; me miró como si yo fuera un marciano.
Desgraciadamente, y debido al rápido desarrollo del golf y de la clase alta en China, no conocen las mas elementales reglas del golf, pues para demostrar su recién conseguido «alto status» lo que quieren es salir al campo, y que les vean. Consecuencia de todo esto: La última vez que organicé un viaje a España con jugadores chinos tardamos mas de 6 horas en jugar los 18 hoyos de Valderrama,y un poco mas en Montecastillo.
David Barrionuevo
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