LO ÚLTIMO DE LAMBORGHINI: TERZO MILLENNIO
Automobili Lamborghini en una de sus ilustraciones futuristas nos dibuja la silueta de un super auto eléctrico, su nombre Lamborghini Terzo Millennio.
Para planear su avance hacia el superdeportivo eléctrico definitivo, Lamborghini define los requisitos del tercer milenio en términos de almacenamiento de energía y materiales innovadores. Y de esta forma asegurar la experiencia de conducción más emocional y completa.
En colaboración conjunta con el Instituto de Tecnología de Massachusetts o MIT, nace el Terzo Millennio, un coche para responder las preguntas que muchos nos hacemos ¿cómo será el automóvil del futuro? La respuesta es uno eléctrico, pero que no se compara con nada que hemos visto hoy en día.
La colaboración con el MIT se centró en dos ámbitos: el almacenamiento de la energía y los materiales utilizados. Del primer apartado se encargaron el Profesor Mircea Dinca y sus alumnos. Ellos en lugar de optar por baterías, apuestan por los supercondensadores. Éstos pueden entregar una gran cantidad de energía y al mismo tiempo recuperar la energía cinética.
Además, los supercondensadores no envejecen tan rápido como las baterías, haciendo que sean ideales para los coches. En su contra, no ofrecen la misma densidad de energía que las baterías y ahí es donde entran los del MIT. Su objetivo es conseguir una densidad de energía para supercondensadores en autos similar a la de las baterías.
Fibra de carbono para guardar electricidad.
Otro gran logro futurista será el desarrollo de una nueva carrocería de fibra de carbono capaz de almacenar la electricidad, para ello utilizarán nanotubos -para almacenar la corriente– atrapados entre dos láminas de fibra de carbono. Lo que significa que la carrocería sería otra batería más para el coche, de esto se encargará el Profesor Anastasios
John Hart y sus alumnos. Además, para darle un toque de películas de SciFi dicha carrocería se podría regenerar o arreglarse ella sola tras recibir un pequeño golpe, gracias a los canales que generan calor para derretir parte de la fibra y así tapar las posibles rajaduras.
A pesar de ser un coche del futuro no deja de ser un Lamborghini, por lo que el diseño conserva ese aire de la gama italiana. El trabajo de aerodinámica, liberado de los exigentes de un coche de motor térmico es soberbio.
La tecnología del Terzo Millennio está todavía en fase incipiente, vamos que sigue siendo un concept car y se desconoce si algún día estará disponible. Por ahora su objetivo es destrozar las barreras actuales de diseño automovilístico, que para ser sinceros, ¡vaya pedazo de auto el que estamos viendo, amigos!