Conoce las 3 lesiones más comunes en el golf y la mejor forma de evitarlas.
El golf es un deporte genial (¿nos atrevemos a decir perfecto?). Sobre todo para los que les gusta competir al aire libre. Para muchos, ir al campo de golf ocupa un lugar destacado en la lista de actividades que hacen cada semana. Una ronda de golf o varias nos ponen de buen humor para volver el lunes al trabajo.
Sin embargo, los golpes ejecutados sin cuidado o con poco o nulo calentamiento durante años pueden pasarnos factura.
Ya sea que sea un novato en el golf o un veterano experimentado, este deporte no está exento de riesgo de lesiones. Por eso Golf Hoyo a Hoyo la primera web y boletín semanal de golf en España habla sobre algunos de los dolores y distensiones más comunes relacionados con el golf. Así también cómo prevenirlos para que podamos disfrutar de toda la temporada de golf.
Lesión de golf #1: dolor de espalda
Podría decirse que el dolor de espalda es la dolencia más común que afecta a los golfistas. ¿El mayor culpable de este dolor? Tener un núcleo abdominal débil.
El núcleo del abdomen es de donde proviene la potencia y la estabilización de nuestro swing. Cuando estos músculos son débiles, se puede provocar una mala postura. Bien sea por arquear la espalda o redondear los hombros sobre el palo, el resultado a medio plazo es que nos provocamos dolor de espalda”
Cuando adoptes tu postura para pegarle a la bola, recuerda mantener la espalda lo más plana posible para evitar agravar los músculos de la espalda o forzarlos a compensar en exceso la mala forma abdominal.
Lesión de golf #2: dolor de codo
Otra lesión común relacionada con el golf es el dolor en el codo. Este tipo de dolor está relacionado con los músculos y se asocia con la realización del mismo movimiento (balancear un palo de golf) una y otra vez.
Estirar los músculos antes de una ronda de golf y después como parte de un enfriamiento puede ayudar a aliviar este dolor e incluso evitar que suceda.
Lesión de golf #3: dolor de hombro
El dolor de hombro afecta con frecuencia a los golfistas. Y al igual que el dolor de codo, este dolor está relacionado con los músculos y se debe principalmente al movimiento repetitivo de balancear un palo de golf.
También puede deberse a una mala postura mientras te preparas para hacer el swing. Estirar los brazos y abrir los hombros antes de empezar a jugar te ayudará a evitar el dolor muscular. Meter el codo en hielo o bien poner una bola con hielo después de jugar al golf también ayuda a mantener baja la inflamación y ayuda a calmar los músculos.
Ejercicios para evitar lesionarte en el campo de golf
Cualquier entrenador te lo confirmará: la prevención de lesiones empieza antes de salir al campo. Usa estos consejos para ayudarte a mantener tu forma, evitar lesiones y mejorar tu juego.
Siempre calienta y estira. Lo más importante es hacer algún tipo de calentamiento. Debido a que el golf es un deporte más relajado que otros, los jugadores tendemos a olvidar que necesitamos calentar. Simplemente llegamos al primer tee y comenzamos a jugar. Ahí es donde ocurren las lesiones.
Fortalece tu núcleo abdominal. Desde evitar el dolor hasta aprovechar más potencia en su swing, un núcleo fuerte te mantendrá libre de dolor y ayudará a mejorar tu juego de golf. Para ello, trabaja en el fortalecimiento de los músculos abdominales y glúteos.
Moviliza tus caderas. Las caderas son una parte importante del golpe. Por ello se recomienda realizar movimientos dinámicos, como balanceos de cadera e imitar tu swing de golf con menos potencia para calentar las articulaciones y los músculos.
Mejora tu equilibrio. Ser capaz de cambiar su peso mientras mantiene el equilibrio es una parte importante del control de su swing.
Concéntrate en la estabilidad de tu hombro. Tus hombros ayudan a producir una tremenda cantidad de fuerza en la rotación de tu swing. Asegúrate de no sacrificar la buena forma y la postura en un intento de golpear la pelota con más fuerza.
Ten siempre hielo a mano
Si te pasas, el mejor remedio al finalizar el juego es hielo y descanso. El hielo restringe el flujo de sangre al área adolorida para prevenir la hinchazón. Y con solo 15 a 20 minutos puede ayudar a rejuvenecer las articulaciones y los músculos cansados.
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