El partido Taylormade Driving Relief fue histórico. El primer evento de golf post Covid-19 nos enseñó como serán los torneos en los próximos meses. Ya sabemos que Rory McIlroy y Dustin Johnson vencieron a Rickie Fowler y al casi novato Matthew Wolff, pero además de poder disfrutar del golf vimos otras cosas muy interesantes.
Lo primero que nos llamó la atención, fue que no había caddies. Los jugadores tenían que transportar su propia bolsa de palos. Durante los 18 hoyos los 4 jugadores fueron sus propios caddies.
Finalmente el tándem Rory McIlroy y Dustin Johnson consiguieron el torneo, cuando en el playoff del hoyo 17 su bola quedó más cerca del hoyo que la de Matthew Wolff.
Jugar con distancia social
Otro de los hechos más llamativos, fue la distancia social, que siempre respetaron los 4 golfistas. Así como se ha expresado en los protocolos de reapertura diseñados por la RFEG, el golf se diferencia de muchos deportes, por la poca densidad de jugadores y que además, se juega en espacios muy abiertos.
Esto es un resumen de lo que vimos en el Taylormade Driving Relief- Llos jugadores permanecieron siempre lejos unos de otros, y no hubo ningún tipo de contacto físico. Incluso en la victoria final. Tampoco tocaron los banderines como ordenó la PGA, simplemente se dieron suficiente espacio entre ellos para golpear la pelota en la salida y también para patearen el green.
Se notó la falta de entrenamiento
Aunque algunos profesionales han seguido entrenando incluso en sus jardines, la mayoría de ellos están faltos de forma. Esto es algo que se notó en los 4 golfistas. Tanto McIlroy como Dustin Johnson mostraron su estilo inconfundible pero sus golpes fueron más apagados y con menos energía.
A pesar de que lleva entrenando 10 días Johnson, tuvo algunos errores en sus drives y los acercamientos al green le dieron problemas. No hay que olvidar que los greens de Seminole siempre son difíciles y además llovió los 2 días anteriores, Por lo que los greens se encontraban muy lentos.
Se notó la falta de fans
Ya sabemos que por lo menos, los primeros torneos de la PGA van a ser sin público, y el Taylormade Driving Relief fue un buen ensayo. Definitvamente se notó la falta de los aficionados y el ambiente especial que estos crean.
El silencio después de un buen (o mal ) golpe y el movimiento a los siguientes hoyos. La energía de los espectadores y las expectativas que tienen antes de cada lanzamiento se reflejan particularmente bien en las cámaras de televisión y nos ayudan a ponernos más en situación el dramatismo del juego. Por último las entrevista a pie de campo con los jugadores también se echaron de menos.
¿Quién es Matthew Wolff?
Muchas personas que vieron la retransmisión no conocían al joven Wolff. El jugador de 21 años viene de ganar el año pasado el NCAA con la Universidad de Oklahoma State.
Aunque cometió más errores que sus compañeros, Wolff demostró porqué lo fichó Taylormade a una edad tan temprana. El muchacho tiene un drive impresionante y poderoso.
En el segundo hoyo de Seminole logró 400 metros y en el hoyo número 11. Un hoyo, que también es muy largo. En este Wolff fue todavía más lejos logrando 420 metros.
Si afina y pule más su juego, y es seguro que lo hará como profesional, vamos a oír mucho de él.
El partido Taylormade Driving Relief demostró que el golf profesional está listo para arrancar en Estados Unidos y en todos los demás países ,estando los riesgos de contagio minimizados en todo lo posible.
