DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN AL GOLF

DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN AL GOLF

Por Basilio Rogado

Dejad que los niños se acerquen al golf pasó de ser un deseo a una realidad. Si alguna lección hemos aprendido después del Open de España que finalizó el domingo 6 de octubre en el Club de Campo Villa de Madrid. No pasa por la exhibición de Jon Rahm -que no fue otra cosa que la crónica de un éxito anunciado-, ni el buen trabajo de Rafa Cabrera.

Incluso ni el tesón de Sergio García -que no se dejó llevar en una última jornada en la que no tenía nada que ganar ni perder-, ni siquiera la aparición, como por arte de magia, de otro bilbaíno -éste más cerca del Bocho que el propio Jon- en el imaginario de los aficionados al golf que no habían oído nunca hablar de él.

Nada de todo lo dicho supera a un hecho concreto que deja bien claro cuál es el futuro del golf en España. La presencia de cientos de niños en el Club de Campo.

Está claro que el golf es un deporte que no tiene aficionados, sino practicantes. La gran mayoría de los espectadores a un torneo de golf son, a su vez, golfistas amateurs. Naturalmente siempre hay un  tanto por ciento, aunque no sea muy elevado, de personas a las que atraen los acontecimientos deportivos.

Y éste lo era, sobre todo por la presencia de los mejores jugadores españoles del momento, porque la cuantía de los premios ofrecidos no era suficiente atractivo para otros jugadores mejor clasificados en la Carrera hacia Dubai. Y que se acercan a los torneos como acompañantes de amigos golfistas. O simplemente por curiosidad ante un deporte tan desconocido como denostado por tanto ignorante suelto.

Cada vez hay más niños que disfrutan del golf.

El caso es que los niños aficionados al golf, que acudieron al Club de Campo Villa de Madrid son una esperanza para el futuro del golf, cuyo presente no es demasiado halagüeño, pero al que espectáculos como el vivido en la capital de España puede ser fundamental para su relanzamiento.

Es verdad que la presencia de tantos niños se debe a muchos factores: el lugar donde se celebraba el torneo, muy cerca del centro de Madrid, el hecho de que se trate de un club familiar, con muchos abonados, el buen clima reinante durante toda la semana… Pueden añadirse todos los factores que se quieran, pero esos mismos elementos pueden encontrarse en otros muchos países donde no aparecen tantos niños aplaudiendo a sus ídolos deportivos.

Por todo eso y por mucho más, bienvenido sea el golf… a la actualidad.