Además del SP2, Ferrari lanzó al mercado a finales de 2018 otra edición limitada del Monza, el SP1 monoplaza. Este pesa 20 kg menos que el biplaza, quedándose en sólo 1500 kg. Las prestaciones son muy similares en ambos: 2,9 segundos de 0 a 100 km/h y 300 km/h de máxima.
Además de la carrocería, el carbono también inunda el interior, reducido exclusivamente a la plaza del conductor y pasajero. El cuadro de mandos se ha reubicado así en una posición más baja y en un lateral, a modo de consola. Mientras que tras el volante multifunción se ubica el cuadro con esfera analógica central para el tacómetro y dos pequeñas pantallas TFT en los laterales.
Por encima de este, además, se ha instalado un pequeño parabrisas que corta el aire lo suficiente para no molestar demasiado durante la conducción. Del Monza SP1 y SP2 apenas se han fabricado 500 unidades de cada modelo, la mayoría de ellos ya reservados antes de que salieran de fábrica.
El Ferrari Monza SP2 y su hermano de un solo asiento, el SP1, comparten sus bases con el 812 Superfast pero con un estilo radicalmente diferente que se inspira en los autos de carreras Ferrari de los años sesenta.
La potencia proviene de un V12 de 6.5 litros que genera 809 caballos de fuerza (603 kilovatios). El fabricante de automóviles informa que los modelos alcanzaron 62 millas por hora (100 kilómetros por hora) en 2.9 segundos y una velocidad máxima de más de 186 mph (300 kph).
