Romance: el Pisha es el más Grande. Por Basilio Rogado
El récord de 707 torneos jugados durante 32 años en el Circuito Europeo, logrado en el Hero Open, en Birmingham, que supera los 706 de Sam Torrance, bien merece un romance.
I
Es Jiménez y andaluz,
no es Curro, ni bandolero,
que se llama Miguel Ángel
como el arcángel eterno,
como el pintor de capillas,
genio del Renacimiento.
Es un buen embajador
que va por el mundo entero
derrochando su alegría,
jugando al golf con esmero
y poniendo a Andalucía,
en un arranque torero,
en medio del redondel
de este mundo traicionero.
II
Tras cumplir cincuenta y seis
el pasado mes de enero,
el Pisha, que así le llaman
ha subido al mismo cielo
y ha puesto el modo avión
para echar al sumidero
un récord que ya es historia
en su palmarés golfero.
Treinta y dos años jugando,
veintiún triunfos señeros,
toda una vida, señores,
ganándole hasta al lucero
del alba que se pusiera
delante del cincuentero.
Es cierto, no ganó un Grande
pero hasta al mejor acero
se le resiste un diamante
aunque el golpe sea certero.
III
Celebró este gran récord
con todos sus compañeros
con sus amigos de siempre
y con los que llegan nuevos
antes de marchar de viaje
a luchar por esos ruedos
del Senior Tour, tan lejano
y tan cercano en trofeos.
Aunque le quedan redaños,
no es el Circuito europeo
donde realizará más sueños;
vendrá para Valderrama
si no lo impide el veneno
porque ese es un lugar
que es un regalo pa’l cuerpo.
IV
Pero aunque juegue en América
y recorra el mundo entero,
para que lo sepan todos:
Andalucía es lo primero.
Allí, en el campo andaluz,
no en trabajo de labriego,
sino de caddy andador
y de niño compañero
de algún que otro jugador,
se ganaba un buen dinero
para ayudar en su casa
ya desde muy pequeño
V
Claro que eran otros tiempos,
las diestras tenían dinero
y Miguel, más a la izquierda,
y, de por vida, rojero,
ha ido siempre por el orbe
y sin mirar al talego,
diciendo con voz altiva:
“El equipo que yo quiero
tiene bandera escarlata
y herramientas de por medio.
Aunque ahora el rojo,
el color que yo prefiero,
es el grana de Ferrari
que hace juego con mi pelo”.
Pero, fiel a sus ideas,
este incansable viajero,
habló, en Santo Domingo,
donde reside, por cierto,
hasta que acabe el mal sueño;
allí le pilló este virus
tan falso y tan traicionero,
como el Gobierno de Sánchez,
a decir del malagueño.
Porque desde ese lugar,
de solaz y esparcimiento,
al que muchos españoles
suelen ir con un putt nuevo,
el Pisha pidió a gritos:
“Dimisión para el Gobierno”
por decir tantas mentiras
y por dejarnos en cueros
ante un virus tan potente
que a miles deja los muertos.
VI
Volviendo a sus orígenes,
cuando empezaba en el juego,
le llamaban el mecánico
los del Circuito Europeo
porque trabajó de niño
en un taller como obrero
y porque le gustan los coches
más que el mar a un bucanero.
VII
Sigue siendo el que antes era,
aunque no se piensa abuelo
y si al cumplir los cincuenta,
en el golf estás añejo,
igual que los buenos vinos
el Pisha en todo momento
sigue teniendo el aroma,
el sabor de los rockeros
que ganan con su talento
a los que son cañoneros
y que, debido a su edad,
le sacan cuarenta metros.
Porque cuando llega al green
y hay que medir el terreno,
los rivales se acojonan
y el Pisha la mete dentro.
Este 707, es un honor, es un premio
como un Boeing precursor
de los siguientes inventos.
Un nuevo triunfo del diablo
que sabe más por ser “viejo”:
la experiencia es un grado
que se gana con el tiempo.
VIII
La segunda juventud
que llegó con Ángel nuevo,
la rosa roja fragante
que inunda los cuatro vientos,
le hizo ganar en Hong Kong
su vigésimo torneo.
Precisión de relojero
tuvo el Pisha allá un diciembre,
cuando se quedó el primero
en ese premio de China
que le volvió al buen sendero,
justo un año después
del percance navideño,
de su caída en la nieve
que le tuvo en dique seco.
IX
Después de más de seis meses
y con duro entrenamiento,
Jiménez recuperó,
con su voluntad de hierro
todo lo que había perdido
esquiando, en un momento:
la alegría de vivir,
el vino, el puro y el cielo
le han abierto las puertas
a este golfista pionero
que empezó siendo caddy
y sigue en el candelero.
ESTRAMBOTE
¡Y que sea por mucho tiempo,
que nosotros lo veremos!